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El Consejo de Europa denuncia el riesgo del adolescente en el deporte de élite

El Consejo de Europa ha denunciado la práctica del deporte de alto nivel a edades muy precoces después de la grave lesión sufrida por una gimnasta francesa de 16 años. Elodie Lussac se lesionó cuando se entrenaba para el Campeonato del Mundo por equipos de Dortmund (Alemania), en 1994. Según los médicos que la atendieron, Elodie sufrió un traumatismo al nivel de las vértebras por un sobreesfuerzo producto de los intensos ejercicios, lo que ha comprometido seriamente su futuro en el deporte de alto nivel.

Los especialistas consideran que estas graves lesiones son el más claro ejemplo de los traumatismos que pueden padecer los adolescentes sometidos a un entrenamiento intensivo.Los parlamentarios del Consejo de Europa, que agrupa a 39 países, reunidos en Estrasburgo, señalan que "el deporte de élite persigue exclusivamente resultados al más alto nivel, lo que aplicado a los niños puede derivar en trastornos psíquicos y psicológicos". También indican que esta práctica deportiva debe permitir a los adolescentes llevar una vida normal, en consonancia con las exigencias de su edad y su escolarización.

"El entrenamiento de los deportistas de élite supone una práctica sin descanso: los más jóvenes deben entrenarse durante muchas horas", según el informe elaborado por los parlamentarios. "En el caso de los niños que están en el periodo de crecimiento, la atención exclusiva [en lo que se refiere a las cargas de entrenamiento] de un grupo de músculos puede producir una serie de trastornos en esa etapa", agregan.La Academia de Medicina de París realizó un estudio en 1981 sobre los riegos en niños y adolescentes sometidos a un entrenamiento intensivo: las superestrellas de la natación tuvieron que ser operados de los hombros al padecer numerosos dolores, problemas en las articulaciones y un cierto retraso de la pubertad.

Intereses económicosLos intereses económicos y sociales del deporte de élite son considerables, revelan los parlamentarios del Consejo de Europa, que indican que según las estimaciones de la Unión Europea las actividades deportivas representan un 2,5% del comercio mundial. Por ese motivo, los parlamentarios deploran que los menores de edad terminen siendo víctimas de esos intereses.

Los parlamentarios solicitan a los estados miembros y al Comité Olímpico Internacional que impongan unas edades mínimas -entre 16 y 18 años, es la recomendación- para admitir a jóvenes en competiciones nacionales e internacionales de alto nivel. Igualmente, sugieren que se vuelva a examinar la legislación vigente en materia de derechos fundamentales de los niños para que el deporte forme parte del desarrollo natural del niño y los atletas jóvenes estén mejor protegidos conta los entrenamientos excesivamente intesivos.

Finalmente, los miembros del Consejo apelan a la vigilancia de los padres sobre el desarrollo deportivo de sus hijos y a la formación de los entrena dores, a quienes conciernen las cuestiones técnicas pero, también, "sus responsabilidades morales".

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