80.000 vascos se matifiestan en San Sebastián en apoyo a la Ertzaintza y contra ETA

El último atentado de ETA contra el ertzaina y veterano militante del PNV Ramón Doral, Montxo, espoleó ayer a buena parte de la sociedad vasca a salir a la calle para reiterar lo que hace una semana rubricó en las urnas: un no a la violencia etarra. Bajo el lema 'Con la Ertzaintza, por la paz', decenas de miles de vascos -80.000 según la organización- pidieron una vez más a ETA que abandone las armas y libere al industrial José María Aldaya y al funcionario de prisiones José Antonio Ortega. El lehendakari, José Antonio Ardanza, dijo que los vascos no aguantan ya "tanta impunidad y tanto fascismo".

Fueron dos palabras en un mar de aplausos: "¡Basta ya!". El asesinato de ETA el lunes en Irún (Guipúzcoa), horas después de que se cerraran las urnas, ha sido el segundo aviso para los nacionalistas tras el asesinato en 1993 del militante y sargento mayor de la Ertzaintza Joseba Goikoetxea. Doral, ex jefe de la lucha anti-ETA en Guipúzcoa, murió destrozado por la explosión de una bomba-lapa, de un kilo de dinamita, adosada a los bajos de su automóvil. Interior atribuye el atentado a uno de los grupos satélites del comando Donosti.

Este asesinato ha supuesto un peldaño más en la escalada de la organización terrorista y de todo su entorno político contra la policía autónoma vasca. Un cerco que ha ganado en intensidad en todas las manifestaciones del entorno social de ETA y que se ha ido agrandando en que la medida en que la Ertzaintza persígue sin reparos a los terroristas.

Los cuatro sindicatos implantados en la Ertzaintza -ELA STV, ERNE, CC OO y UGT convocantes de una marcha que estaba apoyada por todos los partidos salvo Herri Batasuna, reiteraron que hoy más que nunca es necesaria la movilización social contra el terrorismo. El portavoz que leyó el comunicado aseguró que "la Ertzaintza jamás ha perseguido ni perseguirá a nadie por las ideas que defienda ( ... ). Quienes han matado a Montxo, quienes les han amparado o les alientan deben saber que una vez más nos han hecho mucho daño, pero que ni su crimen, ni sus agresiones ni sus amenazas van a hacer variar el rumbo democrático y la voluntad de servicio a toda la sociedad vasca que guía a la Ertzaintza".

El máximo responsable de la Ertzaintia, Juan María Autxa, no iba ayer en. la primera fila de la manifestación. Desfilaba entre aplausos y vítores unos metros detrás del lehendakari, José Antonio Ardanza, Xabier Arzalluz (PNV), Ramón Jáuregui (PSEEE), Jaime Mayor Oreja (PP), Carlos Garaikoetxea (EA), entre otros representantes políticos. Atutxa eclipsé, a todos. Los ciudadanos apostados a ambos lado s de los dos kilómetros del recorrido no paraban de darle ánimos y estrecharle la mano. Atutxa pasaba de la sonrisa al saludo y al agradecimiento.

Hubo manifestantes llegados de todo Euskadi. Había autobuses de Munguía, Santurtzi, Arrigorriaga... Gente que no paraba de gritar: "Aurrera, Atutxa [Adelante, Atutxa]".

La viuda y dos hijos

San Sebastián estaba colapsada casi una hora antes de que empezara el acto, en el que participa ron la viuda de Doral, Cristina Sagarzaz . u, y sus dos hijos mayo res, Jon e lker. Durante el recorrido se sumaron a la marcha las viudas del dirigente del PP Gregorio Ordóñez, y de los ertzainas Carlos Díaz Arcocha y Alfonso Mentxaka, además del escultor Eduardo Chillida y el fiscal jefe de la Audiencia donostiarra, Luis Navajas.

La comitiva comenzó a moverse pasadas las 17.30 desde los jardines de Oridarreta. La marcha iba encabezada por una pancarta con el lema de la convocatoria y una. gran ikurriña.

Los cuatro sindicatos, de la policía autónoma ELA-STV, ERNE, CC 00 y UGT, convocantes se han unido para defender la Ertzaintza como uno de los pilares del autogobierno vasco y han exigido a toda la sociedad un apoyo incondicional para plantar cara a los que ejercen la violencia en las calles del País Vasco.

`La Ertzaintza es un logro histórico de este pueblo, tiene en este pueblo su origen y su arraigo, y este pueblo la defiende cómo algo suyo", aseguraba el comunicado leído en los jardines de Alderdi Eder.

Ell presidente del Gobierno vasco, J osé Antonio Ardanza, reiteró su petición a ETA para que libere al empresario Aldaya y al funcionario de prisiones Ortega, Lara. Recordó que quienes más sufren la violencia y quienes mas quieren la paz son los vascos y censuró a quienes pretenden meter a todos los vascos en el mismo saco.

El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, impresionado por la respuesta popular, aseguró: "Yo esperaba este gentío porque la, gente está hasta. Y los que no lo entienden es que viven en otro inundo. Es escandaloso lo que está pasando. No tengo nada más que decir. Lo demás dedúzcanlo ustedes", dijo indicando con los ojos a la multitud.

El consejero Atutxa interpretó el acto multitudinario de ayer como "un reproche a la violencia y un apoyo a la institución policial que el pueblo ha querido recuperar y que se verá respaldada y reforzada a partir de esto".