El fletán cumple un año

"Aquéllo no fue una guerra, sino un atraco a mano armada", recuerda Enrique, Pereira, propietario del congelador Esta¡, cuyo apresamiento hizo explícita la guerra del fletán negro. Ahora se cumple el primer año del comienzo dé los hostigamientos canadienses. El Estai, el barco que fue abordado por la Armada canadiense el 9 de marzo de 1995, ya no es gallego del todo, sino de una sociedad mixta censada en las islas Malvinas. La flota de 36 congeladores que faenaba en las aguas internacionales de NAFO -siglas muy conocidas desde entonces y que responden a la organización de pesquerías en el Atlántico Norte- quedó maltrecha y resentida. Ahora los armadores del Gran Sol denuncian la existencia de una campaña análoga a aquella de Canadá en las Islas Británicas, esta vez contra la presencia de pesqueros españoles en el box irlandés, cuyo acceso han tenido prohibido en los últimos 18 años.La pesquería del fletán negro demostró una hipótesis gallega a la que en su momento no se dio mucha verosimilitud: la posibilidad de pescar a grandes profundidades, hasta los 1.800-2.000 metros. Primero debieron tener constancia de la existencia industrial de peces, luego inventar y contrastar la tecnología para capturarlos y, finalmente, abrir mercado para la nueva especie. Fue un proceso que se desarrolló simultánea y aceleradamente durante 1990. Cuatro años después, una flota de 36 congeladores gallegos abastecía con unas 40.000 toneladas de fletán el mercado que ellos habían abierto.

Nadie pareció poner mucho interés cuando los armadores alzaron sus voces contra el acoso. de que eran objeto sus barcos por parte de las patrulleras de Brian Tobin, el ministro canadiense de Pesca, ahora hace un año. ¿Qué era eso del fletán? La especie suscitó el interés general a partir del apresamiento del Estai, tras su abordaje manu militari en aguas internacionales. Hubo grandes manifestaciones públicas y una intensa actividad diplomática, que incluyó el desplazamiento a los mares de Terranova de patrulleras de la Armada para proteger los intereses españoles. "Nuestra derrota ya estaba entonces cantada", asegura Pereira.

De aquellos 36 congeladores, tres han sido desguazados; otros tres, incluido el Estai, han pasado a propiedad de sociedades mixtas radicadas en las Malvinas, y otro, para una sociedad argentina. Una docena sigue faenando en las aguas internacionales del Atlántico norte y el resto va pasando por diversos caladeros del Atlántico suroccidental, esperando turno para subir en busca del fletán que les corresponde en el Norte. Unos 30 barcos en total, pues, han de repartirse la exigua cuota de 6.898 toneladas de fletán que les ha sido asignadas y que, para hacer rentables las mareas, tratan de compensar con la pesca de otras especies menos frecuentes en el mismo caladero, como la platija.

La NAFO aprobó para este año un TAC (total de capturas) de 20.000 toneladas de fletán. Este acuerdo fue objetado en su momento por la UE, que se fijó una cuota autónoma por encima de las 18.000 toneladas. Después fueron aceptadas 11.070 toneladas. Rusia y Japón participan por primera vez en el reparto con sendas cuotas de 2.550 y 2.050 toneladas. Canadá se reserva 3.000 en el caladero internacional más otras 7.000 en sus aguas jurisdiccionales. "La flota canadiense no tiene capacidad para pescar esa cuota", sostiene Pereira. "Se lo pescarán los japoneses o los rusos y luego dirán que es canadiense, pero ellos no tienen medios para pescarlo".

Los armadores hace tiempo que dieron por perdida "esa incalificable y absurda guerra", insiste Pereira. "No hay informe científico que contradiga un TAC inferior a las 40.000 toneladas, la situación del caladero es excelente... Quizá podamos ganar alguna batalla, como incrementar el TAC de los próximos años". Pero lo único que ha aumentado, por el momento, es la presencia de flotas que empiezan a explotar una especie sobre la que los españoles creían contar con algunas prerrogativas.

Denuncia de la Xunta

La Xunta de Galicia presentó ayer una demanda en el Tribunal Europeo de Justicia, en Luxemburgo, contra el reparto de la cuota de fletán negro en aguas internacionales del Atlántico Norte. La Xunta basa sus recursos en actuaciones semejantes emprendidas con anterioridad en otras ámbitos regionales europeos. La cooperativa de armadores de Vigo ya presentó una demanda por el mismo motivo en el mes de octubre. La Xunta cree que los intereses gallegos ,han sido perjudicados y que hay fundamentos para exigir rectificaciones, compensaciones y responsabilidades.