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Dan Kiley, psicólogo, autor de 'El síndrome de Peter Pan'

Dan Kiley, el psicólogo que publicó en 1983 el libro El síndrome de Peter Pan, falleció, a los 54 años, el pasado sábado en Tucson, Arizona, como consecuencia de una crisis cardiaca después de haber jugado un partido de balonmano, según ha informado su esposa, Joanne.Kile y se doctoró en la Universidad de Illinois y comenzó su carrera como psicólogo tratantando a delincuentes juveniles. Su experiencia en este campo se plasmé, en varios trabajos. El más célebre de ellos fue su libro Keeping kids out of trouble (Cómo apartar a los jóvenes de los conflictos).

Kiley empezó a investigar el tema central de su libro El síndrome de Peter Pan, uno de los más vendidos y continuamente plagiado en volúmenes de psicología barata, al notar que un alto porcentaje de los jóvenes que él trataba se negaban a aceptar las responsabilidades de un adulto, lo mismo que el personaje de la obra de James M. Barrie. Como subtítulo del libro eligió el de Hombres que no crecieron jamás. El primer editor al que sometió su trabajo rechazó el manuscrito sin darse cuenta de que la tesis que en él se mantenía se acomodaba perfectamente a las opiniones ampliamente difundidas entonces por las feministas sobre las relaciones entre sexos.

Cuando el libro apareció en otra editorial, se convirtió en un best seller inmediato. Durante meses estuvo entre los más vendidos de Estados Unidos, fue traducido a 22 idiomas y totalizó ventas de millones de ejemplares. Como consecuencia del éxito, Kiley, que ya se había convertido en un habitual de las tertulias de televisión, publicó, El dilema de Wendy, sobre las mujeres que indebidamente protejen a los hombres de su vida como si fueran sus madres.

Aunque el libro se vendió bien, no tuvo el éxito del anterior. Entre sus últimas publicaciones está Vivir juntos, sentirse solo, en el que se reconoce como un Peter Pan. En 1988, tras su segundo divorcio, Kiley encontró la paz en la filosofía Zen, según su agente literario, Howard Morehaim. Su esposa, Joanne, de 49 años, ofrecía otra explicación el pasado lunes: "Dejó de perseguir a las jovencitas". Agregó que sólo había encontrado la felicidad cuando la conoció y se casó con ella hace tres años.-

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