Sincero agradecimiento al doctor Rufilanchas
Desde esta sección de EL PAÍS quiero mandar y expresar mi más emotivo agradecimiento al cirujano vascular don Juan José Rufilanchas, que me intervino quirúrgicamente en la clínica Ruber madrileña de una delicada operación que, previamente, fue acertada su diagnosis por el doctor Cobos y equipo de cardiología del hospital Pío del Rio Hortega de Valladolid como un aneurisma disecante en la raíz aórtica. Cuando se van a cumplir tres años de dicha intervención, deseo y creo que es de justicia romper varias lanzas en pro (del excelente equipo humano y profesional que existe en España en materia cardiovascular. Y en especial, cómo no, del doctor Rufilanchas, la persona que pilotó, guió y, llevó a feliz término aquel difícil cuadro hospitalario y quirúrgico que hoy día me permite seguir disfrutando de la vida, con sus placeres y sinsabores, con su almíbar y su acíbar, como es lógico y natural. Con mi reiterada y profunda gratitud hacia él, sin olvidarme del personal laboral y profesional de la clínica Ruber de la calle de Juan Bravo. Un cordial saludo-
