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Solbes: "A Boyer le gusta el proyecto del PP, pero el PP no podría aplicar el programa de Boyer"

El ministro de Economía y Finanzas, Pedro Solbes, recurrió ayer a los juegos de palabras para ironizar sobre la reconversión del ex ministro socialista Miguel Boyer, que ha olvidado su paso por el Ejecutivo de Felipe González y por el selecto grupo de consejeros de la Comisión Europea sobre la Moneda única y se ha adscrito a los admiradores del programa económico del Partido Popular y al sector crítico hacia el curo. "Comprendo que a Miguel Boyer le pueda gustar el proyecto económico del PP, pero el PP no podría aplicar el programa que defiende Boyer", aseguró en una rueda de prensa en Bruselas, en donde pronunció una conferencia en el Instituto de Estudios Europeos (lEE).

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Pedro Solbes se mostró respetuoso con Miguel Boyer, aunque, obviamente, dijo no compartir sus ideas, y defendió la bondad de que exista un debate ciudadano en torno a la moneda única.Así, consideró lícito que el ex ministro apoye ahora las tesis de quienes en su día fueron la oposición a su gestión como miembro de un Gobierno socialista, pero aseguró que su programa teórico es inaplicable por el Partido Popular "porque Boyer parte de la premisa de que España no se incorpore a la moneda única". Esto es a lo que Solbes considera que el partido de José María Aznar no apoya. El dirigente de esta formación Cristóbal Montoro confirmó ayer su idea en Barcelona.

Ante un centenar largo de estudiantes, Solbes, que fue durante un año alumno del IEE, defendió la bondad del proceso hacia la moneda única, consideró ilusos a quienes creen que mantenerse fuera de ella permitirá recuperar competitividad a través de las devaluaciones y dio especial importancia a la necesidad de que se llegue a un acuerdo sobre la relación entre las monedas que entren en el euro y las que se queden a la espera (las in y las out) y sobre el pacto de estabilidad que asegure la disciplina de las finanzas públicas una vez se haya creado la moneda europea.

Solbes se opuso con firmeza a la propuesta alemana de crear un nuevo mecanismo de sanciones para asegurar esa disciplina presupuestaria. El ministro se inclinó por la opción del actual sistema de sanciones, el llamado sistema de déficit excesivos, que cuenta con la ventaja de que ya existe y de que tiene rango comunitario, por lo que va más allá de un mero acuerdo intergubernamental más o menos duradero.

La opción de Solbes no es gratuita: el sistema actual prevé la posibilidad de que se congele el Fondo de Cohesión a los países que no cumplan los planes de convergencia, pero no dice nada sobre el conjunto de fondos estructurales, que no son transitorios, como el Fondo de Cohesión, y que gozan de un montante enormemente superior. La adopción de un nuevo sistema podría acabar descansando en una reducción de los fondos estructurales, lo cual podría ser muy perjudicial para España, uno de los países que más se benefician de ellos.

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Precisamente ayer, el PP salió en defensa del euro, la futura moneda única, y criticó la afirmación de Boyer de que a España no le conviene abandonar la peseta porque perdería la posibilidad de fijar el tipo de cambio de la moneda y la opción de devaluar. Cristóbal Montoro, diputado y hombre fuerte del equipo económico popular, no citó al ex ministro socialista, pero descalificó su propuesta diciendo: "Las políticas monetarias ya las hemos perdido desde que hay libertad de movimientos de capitales".

Montoro se desmarcó así de las propuestas de Boyer apenas cinco días después de que éste diera su apoyo al programa económico del PP y un día después de que José María Aznar le calificara como "una de las cabezas económicas más importantes del país".

En una jornada sobre el euro y ante un millar de empresarios y profesionales, Montoro afirmó ayer, en Barcelona, que son los mercados los que determinan el tipo de cambio y lo que tienen que hacer los Gobiernos es ganar la confianza de los mercados". Boyer había expresado sus dudas sobre la conveniencia para España de aceptar el euro porque perdería la posibilidad de hacer devaluaciones para dar más competitividad a la economía.

Montoro confirmó que su partido hará un recorte de los presupuestos generales del Estado para este año si tiene acceso al Gobierno para reducir el déficit público. Pero evitó concretar la fórmula, ya que se encuentran prorrogados. Lo único que anticipó es que no habrá subidas de impuestos.

En las mismas jornadas, el secretario de Estado de Economía, Manuel Conthe, coincidió con Montoro en la defensa del euro. Conthe criticó al PP al afirmar: "El PSOE ha defendido medidas liberalizadoras para el interés general. El PP ha sido más proclive a los grupos de presión".

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