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Los dueños de Yanko cederán la marca para evitar la desaparición de la empresa

La familia del industrial José Albadalejo, de Inca (Mallorca), propietaria de zapatos Yanko, ha anunciado estar dispuesta a renunciar a sus derechos sobre la conocida marca y al control accionarial de su red de fabricación y venta para evitar la desaparición de la empresa.Yanko, que fue una de las firmas de más renombre del sector de la piel en España, está en suspensión de pagos desde el verano de 1993. Arrastra 2.300 millones de pesetas de deuda, 1.300 millones de ellos al Estado en concepto de impagos de cuotas a la Seguridad Social y a Hacienda. Los activos que declaró entonces ascendían a 5.600 millones de pesetas. Parte de los inmuebles de la empresa han sido embargados por los bancos.

La campaña de movilización de la plantilla de 250 trabajadores -años atrás llegó a ser tres veces mayor- ha conducido al Gobierno balear, del Partido Popular, a aceptar buscar una salida a la crisis financiera para evitar un posible fiasco definitivo de una sociedad como Yanko. La alianza con otros empresarios o una gestión de carácter mixto pueden ser los caminos alternativos, aunque todos ellos están pendientes de la decisión de los interventores judiciales que vigilan la suspensión de pagos desde hace más de dos años.

A pesar de sus sucesivas crisis, la empresa Yanko es la de mayor dimensión del sector. Pero no tiene suministro de material ni sus empleados cobran porque sus cuentas bancarias están bloquedas por el Estado, cuyos representantes se negaron a avalar un convenio con los acreedores que era poco favorable para sus intereses.

El Gobierno balear participa ya con la familia Albadalejo en una sociedad exportadora en la que ha invertido más de 500 millones de pesetas, con el fin de penetrar en el mercado japonés y recuperar su notable presencia en el de Estados Unidos.

La economía sumergida tradicional en el sector, la fabricación a bajo coste en países del tercer mundo y una estrategia basada exclusivamente durante años en la intuición personal del creador José Albadalejo, son las causas apuntadas para explicar la espectacular y sorprendente caída de la firma. En los años 70, Yanko introdujo el diseño y los estudios de mercado y realizó vanguardistas campañas de publicidad. En 1990 facturó 3.800 millones de pesetas, pero ya estaba en pérdidas. Se iniciaba el temido declive.

Los objetivos de José Albadalejo -que lleva alrededor de tres años sin negociar con los representantes sindicales ni conversar con la prensa- se situaban en facturar entre 8.000 y 10.000 millones de pesetas anuales, fabricando más de un millón de pares de zapatos. Sin embargo, desde el pasado 12 de diciembre la fabricación está prácticamente paralizada por la falta de suministros.

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