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Las inmobiliarias atesoran el 30% del suelo rústico de Madrid

Vicente G. Olaya

El suelo rústico (terreno que no se puede urbanizar, según la ley) está cambiando de manos. Los agricultores prefieren venderlo a las grandes constructoras antes que ararlo. Según un informe de la Fundación Argentaria (entidad que depende de la corporación bancaria Argentaria), las principales inmobiliarias han comprado ya el 30% de estos terrenos sin valor urbanístico alguno y que están en torno al casco urbano de Madrid.José Manuel Noreda, redactor del estudio, cree que a las inmobiliarias no les mueven los fines filantrópicos a la hora de adquirir estas fincas rústicas, sino "propósitos especulativos orientados a cambiar la recalificación de los terrenos".

El estudio relata que en Madrid la distancia que separa las

fincas-rústicas del, centro de la ciudad es el factor más importante a la hora de valorarlas. "Por encima de su calidad agronómica", añade el experto. "El factor distancia ha eclipsado al factor calidad", comenta, "ya que las valoraciones están fuertemente influidas por las expectativas urbanísticas".

El estudio de la Fundación Argentaria continúa: "Aunque más que expectativas urbanísticas, hay que precisar que son expectativas especulativas, porque estas tierras [las rústicas] ni están urbanizadas ni, según la Ley del Suelo, son urbanizables".

40 inmobiliarias

Y añade: "Hay otro hecho que demuestra que las expectativas especulativas no son un mero sueno sin proyeccción real que albergan las mentes de sus propietarios: el 27% del suelo rústico pertenece a 40 empresas inmobiliarias importantes

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Noreda lo explica: "La promoción de valores inmobiliarios, mediante la recalificación de terrenos e inmuebles, ha absorbido una parte importante de la atención empresarial. Por ejemplo, la compra de terrenos rústicos (o de zonas verdes) para venderlos, tras haber cambiado su calificación por urbanizables, ha destacado desde antiguo como un negocio mucho más saneado que el de la mayoría de las actividades productivas ordinarias".

El autor del informe de Argentaria destaca también que estas operaciones especulativas "han trastocado el ranking de las grandes fortunas del país".

El estudio de Argentaria señala además que "lo rústico y lo urbano o urbanizable no son mundos separados, sino que buena parte de los valores inmobiliarios y plusvalías existentes encuentran su explicación precisamente en esta interconexión entre lo rústico y lo urbano".

El experto recuerda la necesidad de estudiar mejor estas conexiones para desentrañar su "incidencia sobre la distribución de la renta y la riqueza en nuestro país".

El informe de Argentaria termina quejándose de "la falta de información" que cubre todas estas operaciones urbanísticas que tantos "pingües beneficios" han generado.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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