Conde chantajea al Gobierno desde hace meses con material sustraído del Cesid
El Gobierno no cedió, y los informes anunciados fueron filtrados uno a uno
El ex presidente de Banesto Mario Conde chantajea al Gobierno desde el pasado mes de marzo, amenazándole con divulgar diversos documentos del Cesid (Centro Superior de Información de la Defensa), sustraídos presuntamente por el coronel Juan Alberto Perote, si el Ejecutivo no interviene para que se busquen soluciones a su situación penal y si no se le ofrece a la vez una importante compensación patrimonial cifrada en 14.000 millones de pesetas. La Audiencia Nacional instruye actualmente contra Mario Conde un sumario por presunta apropiación indebida y estafa de 7.000 millones.
El primer mensajero de Mario Conde fue el abogado Jesús Santaella, quien, representando al coronel Juan Alberto Perote, ex alto mando del Cesid, mantuvo reuniones con el Gobierno. El presidente, Felipe González, recibió a Santaella el 23 de junio, cinco días después de la detención de Perote, pero no vio la carpeta de documentos aportada por el abogado.El ex presidente Adolfo Suárez; el diputado José Barrionuevo; el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch; el director de gabinete de Presidencia, José Enrique Serrano, y hasta el propio Felipe González han escuchado exigencias de Jesús Santaella, abogado de Conde y del coronel Perote, quien está en situación de arresto domiciliario tras ser detenido por presunta sustracción de documentos del Cesid, que posteriormente devolvió. El 25 de julio participó en una reunión en La Moncloa el coordinador del equipo jurídico del ex banquero, Mariano Gómez de Liaño. El Gobierno no ha pactado.
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Se lo recomendó Suárez
Los abogados del ex banquero exigieron que se exculpara a Conde para devolver los documentos
Fuentes cercanas a Mario Conde dijeron a este periódico que la declaración de Manglano produjo en el ex banquero un doble efecto. Por una parte, el Informe Crillon como arma presunta para invalidar la intervención de Banesto el 28 de diciembre de 1993 quedaba inutilizada; por otra, era necesario, ahora que Manglano negaba que Conde fuera espiado, explotar una situación de espionaje generalizado, utilizando una parte del material que Perote había acumulado y que de una manera más o menos dispersa, y sin pruebas documentales, ya había sido filtrado en el pasado. Fue así que explotó el asunto de las escuchas que publicó El Mundo el 12 de junio. El Gobierno contraatacó: Perote fue detenido. Inmediatamente, el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, inició y desarrolló sus contactos con Santaella para recuperar el material que Perote sustrajo del Cesid en 1991. Según esas fuentes, en las microfichas sustraídas por Perote existe información muy sensible, de carácter militar, cuya difusión supondría un golpe irreparable para la seguridad del Estado español. El Cesid, fuente del saqueo, es desde el punto de vista de la seguridad el nexo entre España y la OTAN. La presunta sensibilidad del material que pudiera estar en manos de Perote -y potencialmente bajo control de Conde- habría llevado al Gobierno a mantener los citados contactos. Al menos ésa es una de sus justificaciones. Otras fuentes indican que el Gobierno y el presidente necesitaban conocer algunas cartas sucias de Perote y de Conde para su propia estrategia política.Pasa a la página siguiente
Gómez de Liaño entra en escena junto a Santaella
A primeros de agosto, Santaella volvió a reunirse con Serrano. Éste insistió en lo que ya había anticipado en julio: el Gobierno no disponía de margen para hacer lo que se le pedía. En la última semana de agosto, Santaella regresó al despacho de Serrano, esta vez acompañado, nuevamente, por Gómez de Liaño. Y, finalmente, Santaella visitó el mismo despacho de Moncloa el 1de septiembre. El abogado ya no representaba solamente a Perote. Santaella resumió las exigencias de Gómez de Liaño y fijó el precio:14.000 millones para Conde y sus colaboradores. Recordó a Serrano que no les importaba si en lugar del Gobierno, pagaba, un tercero privado, en alusión al acciconista mayoritario, el Banco Santander y Emilio Botín.A mediados de la semana pasada, Diario 16 informó sobre nuevos pasos de Conde en relación con el Gobierno y el semanario Tiempo lo hizo en su última edición.
La reunión del 1 de septiembre culminó en empantanamiento. Consecuencias: el día 6 Perote declaró ante el juez Baltasar Garzón. No fue él quien entregó el acta del GAL; lo hizo Ricardo García Damborenea con su filtración correspondiente. Más leña al mono.
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