Solbes plantea a Borrell que Obras Públicas debe recortar su gasto en 140.000 millones en 1996
El ritmo normal del debate presupuestario se ha alterado este año con el fin de elevar el tono político de las discusiones. Las causas son la dureza del ajuste y la complicada negociación con CiU que se avecina. Así, por primera vez, las diferencias se dirimen en un cara a cara entre el titular de Economía, Pedro Solbes, y los demás ministros. La primera de estas reuniones tuvo lugar el pasado viernes con el titular de Obras Públicas, José Borrell. Solbes planteó que el presupuesto de Obras Públicas debe recortarse en tomo a 140.000 millones en 1996. El presidente del Gobierno, Felipe González, ha dicho a los ministros que cumplan el Programa de Convergencia, lo que exigirá recortes del 15% de media en los gastos no comprometidos.
Otros años por estas fechas, los segundos y terceros escalones de los ministerios estaban enzarzados en la discusión del Presupuesto con la secretaría de Estado de Hacienda. Los temas sin acuerdo se aplazaban hasta finales de agosto o primeros de septiembre y era el Consejo de Ministros quien tomaba las decisiones políticas para desbloquearlos. El proceso seguido ahora es distinto y obedece a que el presupuesto del año que viene es especialmente complicado.Por ello, el ministro de Economía y Hacienda ha decidido este año tomar el toro por los cuernos y resolver las diferencias con los demás ministros sin intermediarios. La dureza del ajuste que se plantea -recortar el gasto en un billón de pesetas para reducir el déficit del Estado desde el 4,6% esperado para 1995 hasta el 3,5% el año que viene- exigirá decisiones políticas de gran trascendencia, que Solbes quiere tener bien atadas y cuanto antes. Se trata también así de abordar la complicada negociación con CiU con "la casa en orden", para evitar el fuego cruzado que en algún momento se produjo el año anterior durante los acuerdos presupuestarios con los nacionalistas.
Recorte del 10%
Las reuniones comenzaron el pasado viernes con el titular de Obras Públicas y Transportes, José Borrell, el hueso más duro de roer para Solbes. La propuesta de Hacienda, según las fuentes consultadas, es que el presupuesto de Obras Públicas se reduzca en unos 140.000 millones de pesetas el año próximo sobre los de éste. Es decir, un recorte de más del 10% frente al presupuesto inicial de este año que es de 1,3 billones. La cifra es todavía provisional, aunque fuentes de Obras Públicas indican que supondrá rebajar las inversiones en carreteras aunque no se tocarán las del Plan Hidrológico Nacional.El ministerio de José Borrell aspira a mantener por lo menos la cifra de 1995, lo cual en términos reales (descontada la inflación) supondría ya de por sí un recorte. Su argumento en la reunión con Solbes fue que si la inversión pública no mantiene un ritmo de crecimiento del 16% (en pesetas de 1992) de aquí a 1999 se perderán, en favor de otros países, parte de los fondos de cohesión y estructurales que provienen de la Unión Europea. El Tesoro público perdería también financiación del Banco Europeo de Inversiones (BEI) que puede dar a España préstamos a tipos de interés subvencionados, de hasta el 90% de las nuevas inversiones.Este argumento fue recibido por Hacienda con cierta cautela. Desde su punto de vista y con la política del pájaro en mano, la única posibilidad de que no se lleve a cabo un recorte sustancial en Obras Públicas es que los ingresos por impuestos de los próximos meses mejoren. En la reunión del pasado viernes estuvieron presentes además de los dos ministros, el secretario de Estado de Hacienda, Enrique Martínez Robles, y el subsecretario del MOPTMA, Antoni Llardén, y otros altos cargos de ambos departamentos. Habrá, en los próximos días, una nueva reunión para concretar el recorte una vez vistas las propuestas de éste.
Respuesta a Pujol
Con todo, Obras Públicas no es el ministerio más castigado en los presupuestos del año que viene. Según fuentes de Hacienda, el recorte que se producirá en todas las partidas que no están inicialmente comprometidas -es decir, en el 20% de margen que hay para el ajuste- será del 15% como media.
En la reunión del pasado viernes del Consejo de Ministros, Felipe González pidió a los ministros que colaboren con Solbes y que hagan todo lo posible para que se consigan los objetivos del Programa de Convergencia. Ésta se interpreta como la respuesta de González al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, que insiste en suavizar el ajuste. En Hacienda se confía en que, "cuando le expliquemos bien las cosas a CiU, Pujol cambiará de postura".
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