Las conversaciones del Rey

El Cesid grabó y espió al rey Juan Carlos, a su familia y a su círculo de amigos, así como a ministros, empresarios y periodistas y archivó las cintas de sus escuchas en un departamento conocido como la "cintateca , según informa en su edición de hoy el diario El Mundo, que reproduce un estadillo del servicio de espionaje en el que figuran las cintas, su fecha de grabación, interlocutores y temas de conversación.Entre los asuntos anotados no faltan referencias a la vida privada de personajes y se menciona, por ejemplo, la conversación de "un ministro con su amiga" o la un "empresario italiano con su ligue masculino".

El diario especifica que muchas de estas cintas son producto de pinchazos telefónicos y no solamente de grabaciones de conversaciones mantenidas desde teléfonos móviles que, teóricamente, podían ser captadas libremente en el espacio radioelectrónico.

Entre las personas que figuran en ese supuesto círculo de amigos del rey hay cintas grabadas al príncipe Zourab Tchokotoua, al embajador Prado y Colón de Carvajal o al financiero

argentino Carlos Perdomo. En el listado figura también una cinta grabada a Adolfo Suárez cuando visitó en 1978 -siendo presidente del Gobierno-, la sede del Cesid, acompañado del entonces vicepresidente del Gobierno Manuel Gutiérrez Mellado. Esta cinta está erróneamente clasificada como de 1980 cuando es de 1978.

Las 93 cintas que, según la información que publica El Mundo, figuran en el estadillo del servicio de espionaje no están ordenadas con criterio cronológico. Así aparecen cintas que van desde el año 1980 al año 1991. Entre otras personalidades citadas se encuentra el padre del rey, Don Juan de Borbón; el periodista Juan Luis Cebrián, cuando era director de EL PAÍS; Francisco Fernández Ordóñez, cuando era ministro de Asuntos Exteriores; José Barrionuevo, cuando era ministro de Transportes; la empresaria Alicia Koplowitz; el dirigente socialista Enrique Múgica o el abogado Antonio García Trevijano.

De las escuchas de los servicios militares de espionaje tampoco se salvan altos cargos del Ejército ya que con fecha, de 1986 figura una conversación telefónica del teniente general José María Sáez de Tejada, entonces jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME).