Tres neonazis, detenidos por el asesinato de Costa Polvoranca
Tres cabezas rapadas del grupo neonazi Bases Autónomas han sido detenidos por su supuesta participación en el asesinato de Ricardo Rodríguez García, de 20 años, muerto de una puñalada en el corazón en la madrugada del pasado domingo en Costa Polvoranca, una zona de copas de Alcorcón (144.000 habitantes). Los tres detenidos -José Cristóbal C. M., alias El Mallorquín, de 20 años; Antonio B. M, El Tato, de 18, y Félix Francisco CH. F., de 18- viven en el madrileño barrio de Moratalaz.El primer arresto, según la versión policial, se practicó a las 13.30 del miércoles en una pensión del distrito Centro. Allí cayó El Mallorquín, quien, huido, se había afeitado la perilla para evitar que le reconociesen. En su domicilio de Moratalaz, la policía descubrió un pantalón vaquero con restos de sangre -presumiblemente de la víctima- También ocultaba una funda de pistola -durante la agresión se empleó un arma de aire comprimido- y tres palos, uno con cuchillas en los extremos.
El Mallorquín, a quien la policía considera "violento y agresivo", arrastra seis detenciones por otras tantas agresiones. Ayer, 24 horas después de su detención, fueron capturados El Tato y Félix en sus domicilios de Moratalaz. La Jefatura Superior de Policía indicó que la investigación seguirá hoy en marcha y que se esperan nuevas detenciones -en el ataque a Rodríguez participaron siete rapadas-.
Los arrestados pertenecen, según la versión policial, a la autodenominada Sección Cubos, de Bases Autónomas, una formación clandestina de extrema derecha que en los ochenta se distinguió por sus violentas campañas contra los políticos y el sistema democrático. En los últimos años, este grupúsculo ha engrosado sus filas con cabezas rapadas. Bases Autónomas se divide en células, como la Sección Cubos, apelativo que procede de la plaza madrileña del mismo nombre, un lugar frecuentado por estos jóvenes violentos.
Las detenciones han sido posibles gracias a los reconocimientos fotográficos de los testigos del homicidio. De hecho, Ricardo Rodríguez fue atacado cuando se encontraba con tres amigos en plena calle, concretamente frente al pub La Puta Calle, frecuentado por punkis. Los agresores procedían del bar Don Quijote de la Mancha, situado a unos pocos metros. Los supervivientes, con heridas leves, relataron que los skins se ensañaron con el fallecido porque les había "mirado mal".
Durante la gresca -que la policía atribuye a un enfrentamiento entre tribus urbanas-, los neonazis no sólo emplearon navajas y cadenas, sino también una pistola de aire comprimido. Según los testigos, apretaron dos veces el gatillo. "También nos cegaron con un aerosol", manifestó el miércoles a este periódico una de las víctimas. Después del crimen, los rapados huyeron. Al día siguiente, Alcorcón, conmocionada, amaneció con pintadas que acusaban a El Mallorquín de ser el asesino.
Ante el encrespamiento popular, la Delegación del Gobierno y el Ayuntamiento de Alcorcón firmaron ayer un comunicado conjunto en el que piden a los vecinos que muestren "de manera democrática y cívica" su solidaridad y apoyo a la familia de Ricardo Rodríguez en la manifestación convocada hoy a las siete de la tarde en la plaza del Ayuntamiento de Alcorcón, informa Francisco J. Barroso.
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