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Entrevista:28 MAYO

"Yo no creo en las personalidades"

Javier Casqueiro

Pérez recela de las operaciones de imagen y del populismo que tan bien le vendría para darse a conocer. Se casó en 1977, por la iglesia, con una compañera de barrio, el que une Legazpi con Vallecas, donde le gusta seguir viviendo. Ni es católico ni se dejó llevar. Estudió de joven en el colegio salesiano de La Paloma y luego química industrial. Ha trabajado de todo, hasta poniendo escaparates para Galerías. Su familia es de origen ferroviario y sindicalista. Él se define como una persona equilibrada. Es aficionado al rock sinfónico, a pasear la noche de Madrid y al billar. Ahora está aprendiendo a tocar el piano y a cuidarse más ante el espejo.Pregunta. ¿Sólo con programa, programa, programa se pueden ganar unas elecciones autonómicas y municipales?

Respuesta. No. Si eso fuera así, Izquierda Unida ganaría estas elecciones. Es programa, es la predisposición de los medios de comunicación, es el trabajo fuera de la campaña electoral durante mucho tiempo y la situación política del país.

P. Se lo preguntaba, porque muchas personas piensan que IU ha vuelto a perder su oportunidad, aquí en Madrid, de obtener unos magníficos resultados por no haber cuidado un poco más la selección de candidatos.

R. No, yo creo que IU siempre ha hecho un proceso de selección de candidatos según las normas de IU. Hasta ahora hemos tenido los resultados que hemos tenido y vamos a tener mejores que nunca y bastante buenos. Otra cosa es dónde se ponga cada uno los límites y las metas. Nosotros no nos hemos planteado en Madrid el problema del sorpasso como una cuestión electoral ni. por tener un voto más que otra fuerza. Es, sencillamente, que IU juegue un papel determinante en la política, y para eso creemos que no debería haber mayorías absolutas. Ése. sería el primer paso para el triunfo de lo que entendemos como el adelantamiento al PSOE.

P. ¿Qué quiere decir con que no debe haber mayorías absolutas?

R. Pues que es la manera de que IU tenga un papel más determinante, porque nosotros hoy, honestamente, creemos que IU no va a tener la mayoría absoluta en la Comunidad.

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P. ¿En definitiva, y al margen de lo que ha hecho IU, hay un debate sobre si Madrid, la capital, se merece estos candidatos en cualquiera de los tres partidos representativos?

R. No es un problema de los candidatos, es una forma de hacer la política en este país y en esta ciudad. No estamos viendo una campaña donde realmente haya un debate de ideas. O hay un debate de tecnócratas o hay un debate de oferta electoral a ver quién da más. Pero no se plantea un debate sobre un modelo de ciudad, qué son, para qué se hacen y qué significan. De qué manera se puede convivir, trabajar o consumir mejor. O hay un debate tecnocrático con candidatos que nos empeñamos en tratar de demostrar que entendemos de todo, con lo cual damos una idea equivocada de lo que es la política, lo que es un desprecio profundo por la profesionalidad y por la gente honesta, laboriosa y capaz que hay en la sociedad, o hay sencillamente una campaña de oferta, donde si uno ofrece equis otro tres equis.

P. ¿Qué modelo es el de IU?

R. Hay que transmitir la idea de que hay equipos capaces de gestionar. La política no tiene que invadir lo que pertenece al conjunto de la sociedad. La política es un debate de ideas, y a partir de ahí la gente elige un programa y lo vota. La Administración es un instrumento de servicio público y el Gobierno tiene que llevar adelante lo que ha dicho con los medios que hay en la sociedad. Por tanto, no hacen falta grandes candidatos, brillantes, con muchas carreras, que sepan muchísimo de todas las cosas. Hacen falta equipos.

P. ¿Dónde existe ese modelo de ciudad o de región humanizada y social que pretende IU? Porque no se ve por ningún lado.

R. El problema no es dónde existe, sino dónde tiene que existir. Tiene que existir aquí. Ahora, claro que no existe, pero porque hoy estamos en un modelo decrecimiento al infinito, que no se sabe nunca dónde acaba, como en Madrid con el Plan General del Ayuntamiento, la M40, la M-50 y el desarrollo exponencial de la ciudad. ¿Eso qué tiene que ver con una ciudad que sirva para que los seres humanos vivamos en ella? Pues nada.

P. ¿Con Cristina Almeida en la lista municipal, y sin excluir a Paco Herrera, IU tendría más posibilidades de aumentar su poder en el Ayuntamiento para hacer las cosas a su manera?

R. Lo que hay que presentar son grupos, equipos políticos, una idea colectiva. Yo no creo en las personalidades. Ni Cristina Almeida ni ninguna otra persona de IU, por mucho carisma que se diga que tenga. Yo no pongo toda la confianza en una sola persona, porque además creo que es injusto hacerle eso. Yo no cambio el colectivo que va en la lista por Cristina Almeida y no creo que renuncie a ningún voto, porque si la gente lo que vota son personas no se corresponden con este proyecto y con lo que IU significa.

P. Usted es el candidato para la Comunidad seleccionado por las bases de una organización que forman 7.800 militantes, pero a su coalición la votaron en la región en las últimas elecciones casi medio millón dé personas. ¿Cuantas le conocen?

R. A mi, muy poca gente; al proyecto de IU, muchas. Y cuando el día 28 se conozcan los resultados contestaré exactamente.

P. ¿A cuánta gente piensa que pueden llegar suficientes ideas de su programa para valorarlo con seriedad cuando, además, usted se niega a hacer promesas concretas?

R. En esta Comunidad hay cientos de miles de personas que están en el paro; con trabajo precario; que ven los problemas del tráfico y el modelo de transporte integral que no existe; que ven unas campañas políticas que no quieren; que entienden que hay que erradicar la corrupción a través de la participación; que entienden que este país ha hecho una integración acrítica en Europa que nos ha dejado sin industrias, sin agricultura y con problemas serios ahora en la pesca; que conocen la contrarreforma del mercado laboral; que saben que el pacto autonómico ha congelado el desarrollo de la construcción del Estado; y toda esa gente puede tener en la cabeza un proyecto de izquierdas.

P. Sin una sola promesa.

R. Es que yo no estoy para hacer promesas. Eso me suena a lo de firmar contratos como si fueran el fin de la política. Usted fírmeme el contrato, que ya me preocupo yo por sus intereses, y no vuelva a hacer nada en cuatro anos. Yo no tengo nada que ver con eso. Yo no firmo ni contratos ni finiquitos. Eso es estar pagando un complejo, por parte de los políticos, que es algo así como la petición de perdón permanente porque haya habido 100 o 200 personas que se han aprovechado de la vida pública.

P. Eso parece contradictorio, por ejemplo, con los contratos que firma en esta campaña con varios colectivos el candidato de IU al Ayuntamiento.

R. Sí, yo entiendo ese tipo de contratos. También hay carteles míos con la frase "contratos por Madrid", en el sentido de compromiso de acción política genérica. Yo firmo con usted un compromiso político en el que usted vota a esta fuerza política y estafuerza se compromete a ser un canal de organización para que usted y yo y toda la sociedad llevemos adelante un proyecto.

P. Luego, ¿el programa no es tan importante como dicen?

R. El programa tiene la importancia de que en este momento lo que plantea IU es eso. Ahora bien, dentro de un año, y cuando se hayan hecho actuaciones determinadas, surgirán problemas nuevos y habrá que afrontarlos.

P. ¿Si el PP no obtiene mayoría absoluta, ustedes negociarán un futuro gobierno de coalición con el PSOE?

R. Si esa situación se produce, evidentemente habrá negociaciones con todas las fuerzas políticas. Yo ni afirmo ni niego negociaciones ni pactos con nadie. Sí digo hoy, conociendo el programa del PP, que es muy difícil llegar a un acuerdo nada más sentarse con su política de privatizaciones. El programa del PSOE se parece más al nuestro. El problema no es sólo de los contenidos, sino de que haya voluntad política de llevarlo adelante, y eso significaría una confrontación con el Gobierno central de Felipe González. Yo no sé si la Federación Socialista Madrileña está en condiciones de establecer esa confrontación.

P. Si el PSOE obtiene más diputados que IU y los necesita para gobernar, ¿entrarán en el ejecutivo o se limitarán a sostener a Joaquín Leguina, como en esta legislatura?

R. Ahí hay una decisión de los órganos federales de IU en los que Madrid participa también. Son 13 comunidades autónomas. Hay una política de alianzas del PSOE con Convergencia y por tanto las acciones que se lleven a cabo tendrán que tomarse en función de una política más global.

P. La dirección nacional de IU rechaza los pactos globales. ¿Qué dirá con respecto a Madrid tras las elecciones si la izquierda tiene posibilidad de gobernar?

R. Que se vaya a una situación donde el programa de IU se aplique en su mayor extensión.

P. ¿La Comunidad ha estado regida estos años con ideas de izquierda?

R. La política económica la determina el Gobierno central y eso influye en todas las autonomías. En Madrid ha habido correcciones importantes hacia la izquierda, no por parte del PSOE, sino porque ha existido IU con capacidad de condicionar. Porque IU es un voto útil.

P. Hace unos meses desconocía datos básicos de la región. Ahora, tras empollarse los diarios de sesiones de esta legislatura, ¿se atrevería a decirme algún proyecto aprobado con el consentimiento de IU que usted habría rechazado?

R. Los cañones de nieve de Guadarrama.

P. ¿Es Alberto Ruiz Gallardón la misma derecha que José María Álvarez del Manzano?

R. El alcalde tiene una gestión ya que consiste en que es capaz hasta de quitarles las becas de comedor a los niños en las guarderías. Eso es todo un discurso. Es más que hablar de presupuestos. Ruiz Gallardón dice que está orgulloso de la gestión de Álvarez del Manzano; luego, empatados a uno.

P. Si usted gobernase, ¿qué les prometería a sus ex compañeros los conductores de metro?

R. Mejores condiciones de trabajo.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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