Fondriest gana una pequeña batalla

Los que mandan en el Giro no dejan ni las migajas. La víspera de la primera llegada en alto, que será hoy en el Monte Sirino, cabía la posibilidad de que algún modesto lograra el triunfo. Incluso que el Carrera de Claudio Chaippuci levantara la cabeza. Pero no hubo nada que hacer. El trío de cabeza se lo reparte todo. Ayer fue una pequeña victoria del que se ha erigido en gran baza italiana, Maurizio Fondriest, sobre Toni Rominger, pero sólo una batalla en la guerra. Al menos le descontó cuatro segundos. El orden establecido se rompió entre los dos primeros, pero la llegada respetó hasta al tercero en la general, la alternativa local, Francesco Casagrande.Los tres fueron los únicos que llegaron en el mismo tiempo disputando el sprint final. La llegada era también en cuesta, aunque menor que en la cuarta etapa. Rominger atacó pronto y quizá con más desnivel hubiera sido un mazazo definitivo. Pero el final de ayer más bien parecía el de una carrera clásica de un día, en las que Fondriest se ha movido habitualmente como pez en el agua. Y se fue a rueda de Rominger con mucha fuerza. Durante unas decenas de metros pareció que Rominger podría resistir en cabeza, pero pronto se vio que no iba a aguantar. Quedaba espacio y, sobre todo, la velocidad era muy grande porque el porcentaje de subida era pequeño. Fondriest le remontó sin remedio y tomó una bocanada de moral para las próximas empresas montañosas que se antojan muy complicadas para él, salvo un desfallecimiento o un fallo de Rominger. Hoy será la primera prueba.