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Ajedrez en la hierba

Un equipo de Madrid gana la Liga de fútbol americano ante 11.000 personas

Antonio Jiménez Barca

El equipo madrileño de fútbol americano Los Panteras se jugaba ayer cvonseguir la primera liga spañola de este deporte. Faltaban menos de 10 minutos para que terminara el partido, cuyo ganador decidía el campeonato. El contrincante, Los Boxers, de Barcelona. El sitio, el estadio de la Comunidad, La Peineta, que por primera vez acogía el fútbol americano. El público, alrededor de 11.000 personas. El tanteo, en ese momento, 32 a 22 a favor de Los Panteras. Pero no se fiaban. Y planearon una de las mil estrategias que definen el fút bol americano: "Tú por allí tú frenas a este, yo intento el pase si tú consigues abrirte por la dere cha", decía uno. Rafael Varela, otro pantera, lo explica: "Esto es como ajedrez en la hierba". No tanto. Otro jugador, para animar, gritó a uno de sus compañeros: "Por la línea, sin desviarse y al choque, ya sabes: la primera hostia es la importante". Y en cuanto el árbitro pitó y el contrario pegó lana patada al balón, los 11 integrantes de Los Panteras salieron disparados hacia delante con impulso parecido al de los caballos de Errol Flynn y del Séptimo de Caballería en Murieron con las botas puestas. Resultado, un nuevo touchdown para los madrileños (acción de pisar el final de la zona contraria llevando el balón, lo que se traduce en seis puntos). El partido ya se colocó en un 36-18 que anulaba cualquier reacción del equipo catalán. El tanteo final, 55-18, si no escandaloso, sí dejó ayer más que satisfechos a Los Panteras, que acababan de alzarse con la Primera Liga Unificada de este deporte en España. La afluencia del público demuestra que las maniobras de estos hombres con aspecto de robocop, con protecciones en los hombros, muslos y trasero, comienzan a interesar a los madrileños.Uno de los causantes es Tom Thorton, un estadounidense fibroso de 25 años, fichado por Los Panteras hace tres años, que igual atrapa el balón como un gato, salta por encima del contrario con el estilo de un canguro o sortea jugadores como una liebre. Ayer logró, él solito, tres touchdown, uno de ellos tras recorrer más de 80 metros con el balón en el pecho. Tanto en el equipo de Los Panteras como en Los Boxers figuran extranjeros.

Norteamericanos siempre. Tres por formación. Son los únicos que cobran. El resto del equipo, que puede incluir hasta 50 jugadores, viven de otra cosa. En el equipo de Los Panteras hay desde estudiantes dé arqueología a tipos con el símbolo de la brigada paracaidista tauado en el brazo. El peso de los jugadores también varía. Ya desde los 80 kilogramos de los que vuelan con e1,balón, a. los 130 de los, encargados de que el contrario no sólo no vuele sino que tropiece siempre con un muro con casco. Hubo chicas de minifalda y pon-pon, peroquien de verdad animó -fue el público. "Nos ha sorprendido el número de espectadores", comentaba un árbitro.[Nota: el público intentó la ola pero, en La Peineta, la grada no rodean el estadio por compileto, sino que sólo se encuentra en uno de los frontales. Por eso, la ola nacía en un extremo y se perdía en otro. Esto no impidió que los espectadores se divirtieran: los que se sentaban en el extremo de la grada dónde moría la ola volvían a empezar. La Peineta ha inventado el parabrisas.]

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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