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Las llaves del 'chollo'

La cooperativa Villa Rosa-Los Llanos termina en San Blas pisos por cuatro millones de pesetas

Elsa Fernández-Santos

, No son alucinaciones: un ático de cincuenta metros cuadrados, más otros cincuenta de terraza, con baño completo, cocina independiente, salón, dos habitaciones con armarios empotrados, cuesta en Madrid 4.325.000 pesetas. Las, llaves del chollo las tienen los cooperativistas de Villa Rosa-Los Llanos, integrados en el Plan 18.000, que ayer inauguraron siete portales con sus 70 viviendas perfectamente rematadas en el barrio de San Blas, en los todavía vírgenes alrededores del nuevo estadio de la comunidad (La Peineta).

Los propietarios, con una media de edad de 30 años, no pudieron evitar la emoción del momento, y a más de uno se le cayó una lágrima al ver finalizada una faena que comenzó hace seis años y que se ha visto salpicada por la psicosis del fiasco PSV.

Balbina Arroyo, secretaria de la cooperativa, no paraba ayer de recibir abrazos de otros cooperativistas. Balbina, de 30 años, y con su marido, de 32, en el paro, ya tiene la llaves del cuarto derecha del número 14 de la avenida de Arcentales. Ha pagado 8.920.000 pesetas por casi 90 metros cuadrados útiles, más una terraza. Su casa tiene salón, cocina independiente, dos baños, tres habitaciones y una plaza de garaje. "Nos apuntamos en mayo de 1989, y en enero de 1992 empezamos a pagar", explica. "La gran mayoría de los cooperativistas somos parejas muy jóvenes. Yo, además, tengo dos hijos".

Metro: Las Musas

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De ladrillo visto y con moderric ascensor, los nuevos pisos -contiguos al metro de Las Musas, con mucha luz, gas natural, suelo de terraza, baños completos con ventilación natural, puertas lacadas en blanco, amplias ventanas de aluminio con persianas y el parque de Arcentales enfrente- oscilan entre los 4.325.000 pesetas y los 7.620.000. Una azaña que ayer despertó la envidia de los vecinos de San Blas que se acercaron a la fiesta popular (barquillos, queso, chorizo, cerveza, vino y Fanta) que fue la inauguración de las nuevas viviendas. Con las puertas abiertas de par en par, medio barrio husmeó a su antojo cada rincón de los nuevos pisos. Del brazo, dos ancianas murmuraron: "qué lujo".

"Los hemos hecho con toda nuestra ilusión y nos ha costado muchas lágrimas y mucha paciencia. Siempre nos hemos ajustado a nuestras posibilidades. No hemos podido. poner todo lo que nos hubiera gustado. Pero hemos intentando incluir los detalles más bonitos", explica Balbina, que subraya el acierto de crear una comisión para elegir y controlar los remates de cada piso (picaportes, azulejos, ventilaciones, armarios).

A la inauguración de ayer asistieron, además de buena parte de los vecinos de San Blas, Prisciliano Castro, presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), y representantes de todos los partidos políticos en el Ayuntamiento.

El concejal socialista José María de la Riva aprovechó su intervención para recordar que el Plan 18.000 -que consiste en la cesión de suelo municipal a las cooperativas y en el que estaba incluida la cooperativa de UGT, PSV, que logró un tercio del suelo- fue diseñado durante el mandato del anterior alcalde de Madrid, Juan Barranco.

Ayer, el presidente de la cooperativa Villa Rosa-Los Llanos, Francisco Caño -a quien los vecinos le han dedicado una placa honorífica por su entrega a esta promotora de viviendas-, recordó que la "desgracia" de PSV no debe contagiar a las demás cooperativas del Plan 18.000 que ya tienen las llaves de sus casas en la mano.

"También soy cooperativista"

El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, felicitó a los cooperativistas por su logro. Álvarez del Manzano, que realizó una entrega de llaves simbólica a cuatro cooperativistas, exclamó con tono eufórico: "Vivo en una casa de cooperativistas que logré al llegar a Madrid hace muchos años. Yo también soy un cooperativista". Ante esta declaración de principios, vecinas de San Blas (muchas de ellas madres de los jóvenes propietarios) inclinaron las caderas y, entre dientes, mascullaron ininteligibles comentarios. Las más descaradas, exclamaron: "¿Y cómo se llama esa cooperativa, que me cambio ahora mismo?".

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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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