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Kohl avanza que Alemania reducirá un 25% sus emisiones contaminantes para el año 2005

El canciller alemán logra para Bonn la secretaría del Convenio del Cambio Climático

Con un discurso verde lleno de declaraciones medioambientalistas, el canciller alemán, Helmut Kohl, se dirigió ayer a los delegados de 130 países, entre ellos, 60 ministros, que asisten en Berlín a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Convenio del Cambio Climático. Anunció que Alemania, en el año 2005, habrá reducido su producción de CO2 en un 25% respecto a 1990, en gran parte debido al cierre de industrias contaminantes en la antigua Alemania del Este, y en todo lo demás defendió la postura de la UE para llegar a un mandato de negociacion sin compromisos concretos. Ayer se supo que el canciller alemán ha logrado para Bonn la sede de la secretaría del tratado.

El ministro José Borrell anunció la alineación de España con la postura comunitaria de al canzar en Berlín un compromiso para negociar reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero más allá del año 2000, sin especificar cantidades ni fechas. Acerca de la reducción de emisiones del 25% anunciada por Kohl, el ministro español comentó: "Ellos parten de una situación tan mala en algunas zonas de Alemania [la antigua Alemania del Este] que tienen la posibilidad y la necesidad de hacer fuertes reducciones con costes asumibles". "Un día, nuestros hijos y nuestros nietos nos preguntarán: ¿Tomasteis las decisiones correctas en Berlín para asegurar nuestro futuro? ¿Utilizasteis las opciones económicas y técnicas existentes para garantizar una vida que merezca la pena en el siglo XXI y más allá?", afirmó Kolil. El canciller alemán recordó que en la Cumbre de Río se acordó reducir en el año 2000 las emisiones de gases de efecto invernadero a los niveles de 1990 y que hay que asegurarse que no aumenten a partir de esa fecha. "Si no realizamos una política activa en torno al clima, las temperaturas de la Tierra posiblemente subirán entre 1,5 y 4,5 grados centígrados a finales del próximo siglo", dijo.

Esta postura vaga, que los delegados de la UE pretenden calificar de mediación salvadora, podría ser la única vía de es cape para que el próximo viernes estampen su firma en el mandato final quienes defienden posturas más encontradas: Estados Unidos, por un lado, y los países en vías de desarrollo. Estos últimos persiguen compromisos firmes que no comprometan su futuro crecimiento económico con limitaciones energéticas e insisten en que los países desarrollados deben pagar la factura del calentamiento de la atmósfera terrestre acumulada durante un siglo de industrialización.

En su discurso ante el pleno de la conferencia, Borrell defendió las responsabilidades diferenciadas de los países ante el cambio climático "a partir de la realidad incuestionable de que nuestra contribución per cápita a las emisiones de CO2 es significativamente menor que la de los países más industrial¡ zados de la UE".

Borrell anunció la revisión del' Plan Energético Nacional con una disminución del aumento previsto de las emisiones de gases de efecto invernadero, pero no especificó en su discurso en la reunión plenaria que este incremento se limitaría al 15%, frente al 25% previsto, a pesar de declaraciones anteriores en este sentido,

Borrell destacó que no se está ya discutiendo a nivel internacional si se hace algo ante el riesgo asociado al cambio climático, sino cuánto hacer y a qué ritmo, e insistió en que las incertidumbres científicas que aún quedan respecto a la responsabilidad de la actividad humana en el calentamiento global no pueden justificar que no se tomen medidas políticas de prevención ante sus probables efectos.

Elasticidad en las cifras

Los porcentajes de emisiones y reducciones varían con sorprendente elasticidad en los últimos días. No sólo España ha reducido del 25% al 15%, sino que la UE, que hace unos días declaró su práctica imposibilidad de alcanzar en el año 2000 los compromisos de estabilización a los niveles de emisión de 1990, dice en Berlín que sí puede lograrlo. En los recuentos y en las estadísticas parece estar el secreto de esta elasticidad.

El delegado de Estados Unidos también afirmó que su país va a cumplir los compromisos de estabilización en el año 2000, pero la delegación estadounidense, en todas las negociaciones, sigue rechazando cualquier compromiso posterior que especifique cantidades y exigiendo que todos los países asuman responsabilidades para mitigar el calentamiento, y no sólo los industrializados.

El discurso de Kohl fue bien acogido por las organizaciones ecologistas, que parecen seguir la estrategia de las organizaciones no gubernamentales de EE UU de aplaudir a la UE para "sacar los colores a su país", aunque luego denuncien las actuaciones en materia de ambiente del Gobierno alemán.

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