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Calefacción, excursión y ducha

Las nuevas normas europeas sobre la duración del transporte de los animales de consumo protagonizaron parte de las conversaciones que los ganaderos realizaron en el mercado de Segovia, la pasada semana. Junto con Lérida y Murcia, la provincia segoviana es una de las mayores productoras de porcino de España, con un movimiento de cerca de 25.000 animales por semana. Desde el punto de vista económico, los ganaderos llegan a la conclusión de que no les interesa que los animales pasen muchas horas en el camión, ya que puede disminuir su peso y la calidad de la carne, lo que provoca una menor cotización en el mercado. "Cuanto menos duro el transporte, más ganamos todos", dicen en el sector.Para el veterinario Juan de Miguel Sacristán, gerente de la empresa Integración Comercial. de Porcino, en el transporte de cerdos hay que exigir que los camiones estén preparados adecuadamente con comederos y abrevaderos e, incluso, con un sistema de aire acondicionado, "porque es una forma de satisfacer las necesidades de la presentación de la carne".

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Sufrir como cerdos

Uno de los ganaderos segovianos cuenta la vida del cerdo, de engorde a su manera y con cierta sorna: "Nada más nacer, tiene calefacción hasta que pesa 25 kilos, come hasta hincharse en un buen ambiente y, cuando llega el final de su vida, le sacan de excursión sin que sufra, ni siquiera cuando muere, porque llega al matadero, le duchan, le ponen una horquilla eléctrica y se le paraliza el corazón".

Besos y patadas

La duda sobre si los mandatarios europeos conocían de verdad los temas de los que hablaban, era una duda común entre los ganaderos del mercado de Ávila el pasado viernes.

Antonio García, de 44 años, de San Juan de la Encinilla, preguntaba: "¿El que va a imponer esa norma ha llegado alguna vez en su vida a andar con un animal? Seguro que lo más cerca que lo ha visto ha sido en una fotografía de un periódico. Que bajen, que bajen a un cerdo de un camión y luego lo vuelvan a subir", dice entre risas de un corro de ganaderos. Y añade: "El animal sufre mucho más en la carga y descarga que manteniéndole en el camión todo el trayecto. Para tratar a un animal bien hay que hacer el trayecto todo lo más rápidamente posible".

Otro colega, Félix, no lo ve así: "Con besos, normalmente, los animales no suben a un camión, hay que arrimarles el palo al pelo". Pepe lo tenía claro: "Los animales son como las personas. Si les tratas mal, en cualquier momento te pueden soltar una patada".

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