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GENTE

DI PIETRO NO SE VA DE LOS PAPELES

El fiscal Antonio di Pietro, símbolo de la lucha contra la corrupción en Italia, tiene muchos motivos para considerar este diciembre como uno de los meses más intensamente vividos de su vida. Si el día 6 fue uno de los más amargos de su carrera como magistrado, ya que presentó su dimisión y anunció el abandono de la magistratura, el viernes 16 compensó las penas gracias al matrimonio con Suzanna Mazzoleni, la abogada de 41 años con la que vive desde hace 10 y con la que ha tenido dos hijos, Titti, de ocho años, y Toto, de cuatro. Para completar el día, tuvo un encontronazo con la prensa que intentaba cubrir el acontecimiento, perdió los estribos y agredió a un informador de la agencia Ansa. Di Pietro eligió la fecha del 16 por ser el día del cumpleaños de su hija Titti. Fue una ceremonia íntima, celebrada en su casa de Curno, a pocas decenas de kilómetros de Milán, por el concejal de Finanzas del Ayuntamiento, Danilo Domenghini, militante de la Liga. Los Di Pietro se las han visto y deseado para alejar de los alrededores a docenas de reporteros, atraídos por la noticia del matrimonio difundida por Il Giornaledi Bergamo. La reserva de la pareja llegó a tal punto que ni los Di Pietro ni el concejal han querido confirmar si efectivamente el matrimonio se ha celebrado. Los periodistas sólo tienen constancia de que el acontecimiento tuvo lugar hacia las 18.30, porque media llora antes fueron alejados a un kilómetro de la casa por los agentes que se encargan de la seguridad del ex magistrado. Según algunas versiones sólo presenciaron la ceremonia sus dos hijos y al gunos parientes de la pareja, y cuentan que él lucía un terno azul y ella un traje de chaqueta de color pastel, y que Domenghini estaba más emocionado que ellos.-

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