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El traspaso de deuda a no residentes reduce los ingresos de Hacienda en 80.000 millones

El Ministerio de Economía y Hacienda ha descubierto un movimiento de capitales por valor de cientos de miles de millones a través del llamado lavado de cupón de deuda pública. Ello significa, de acuerdo con los cálculos iniciales, que Hacienda está ingresando entre 70.000 y 80.000 millones de pesetas menos. Una cantidad que ha provocado, además, un importante deterioro en el déficit exterior. Ayer, el Banco de España puso de manifiesto este efecto al anunciar un aumento del 13% en el déficit corriente en los 10 primeros meses del año, que en octubre fue más espectacular.

Hacienda ha encendido todas las luces de alarma, debido a la proliferación de un mecanismo ideado para eludir las barreras de la actual legislación fiscal, el lavado de cupón. Según los primeros cálculos de Hacienda, por esta vía se han movido varios cientos de miles de millones de pesetas. Ello ha supuesto una rebaja para los ingresos en las arcas públicas de entre 70.000 y 80.000 millones.Y este descenso de los ingresos se ha traducido en un problema para el déficit exterior. Más de la mitad del deterioro sufrido -aproximadamente seis décimas sobre un punto del PIB- en los últimos meses sedebe a este efecto. Según los datos hechos públicos ayer por el Banco de España, el déficit corriente aumentó espectacularmente en octubre. Pasó de 8.400 millones en octubre de 1993 a 63.400 millones en el mismo mes de este año. Los datos acumulados muestran un aumento del 13% en los diez primeros meses del ejercicio.

El empeoramiento del saldo corriente en octubre se debió al deterioro de la rúbrica de rentas y a la reducción del saldo de transferencias, que compensaron sobradamente la mejoría de las balanzas comercial y de servicios. En concreto, el déficit comercial se redujo en un 11%, fruto del mayor crecimiento de las exportaciones (19,9%) en relación a las importaciones (13,6%). Por su parte, el superávit de servicios volvió a experimentar un fuerte aumento, debido al turismo (incremento del 14%).

En su comunicado, el Banco de España recalca precisamente el efecto pernicioso del lavado de cupón sobre el déficit corriente. El banco emisor señala que las administraciones públicas han pagado por intereses de deuda pública en manos de no residentes un total de 989.000 millones de pesetas entre enero y octubre de 1994, frente a los 672.000 millones del mismo periodo del año anterior.

Mecanismo

El lavado de cupón consiste en poner de acuerdo a un inversor español con una entidad financiera no residente para intercambiar cupones de deuda pública española, jugando con los vencimientos. Con ello, se trata de aprovechar la ventaja que tiene un no residente, al que no se le exige la retención del 25% sobre los rendimientos de la deuda pública, que sí se efectúa a los residentes en España.

El mecanismo que se utiliza es el siguiente:

-Un español adquiere, por ejemplo, un bono a cinco anos, cuyos intereses cobra año a año mediante un capón que vence en una fecha concreta.

-Poco antes de llegar ese día, el español vende dicho cupón a una entidad a extranjera. En reciprocidad, esta sociedad le vende otro cupón, con fecha de vencimiento distinta. Y así tantas veces como venza el cupón. El precio de esta transacción se ajusta teniendo en cuenta el ahorro de fiscalidad que supone para el residente la compra del cupón.

Para acabar con esta situación, Hacienda está estudiando diversas fórmulas de control, aunque se está encontrando con bastantes trabas, tanto legales como de mercado. La principal es que un recorte drástico podría poner en peligro a determinados intermediarios financieros. El Banco de España, por su parte, ha insistido en los organismos internacionales para que se tome alguna medida que acabe con estas prácticas. La solución que baraja Hacienda consiste en aumentar el plazo de 30 días en el que el inversor debe tener en su poder el cupón. También, imputar la retención de forma que se prorratee en función del tiempo que el inversor ha tenido en sus manos el inversor español.

Este problema puntual y su repercusión sobre el déficit es la preocupación central de Pedro Solbes. Ayer mismo, el ministro de Economía se mostró optimista sobre el otro gran problema de la economía española, la inflación. "En este momento, para ser realista, hay que pensar que el año acabará con una inflación entre el 4,1% y el 4,3%". Respecto al IPC de noviembre, Pedro Solbes manifestó que "un incremento de una décima sería muy buena noticia". El PSOE comparte los buenos pronósticos sobre la evolución de la economía. Un informe interno de la ejecutiva socialista destaca que el año próximo la economía puede crecer un 3,5%.

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