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Mediocre debú de España

La selección de Javier Clemente logró una angustiosa victoria ante Chipre

Una jugada del maestro Julen Guerrero y el favor de un rival permitieron a España comenzar un nuevo torneo, la Eurocopa 96, con un triunfo angustioso. El objetivo, ganar y sumar los tres primeros puntos, se consiguió, pero la selección española vivió en tierras chipriotas la angustia del fracaso. Una de las selecciones más débiles de Europa estuvo a punto de amargar una efeméride como los 25 partidos de Clemente al frente del equipo nacional. Sus jugadores lo festejaron con el peor partido de su etapa, como reconoció el propio técnico.Chipre tardó en meter miedo a España. Hasta los 10 minutos los chipriotas no consiguieron realizar una sola jugada acertada. Esta situación favoreció al equipo local, porque España no veía la necesidad de la reacción. El dominio español sobre el césped y también la estrategia se movía por la inercia del juego. A los hombres de Clemente les faltaban los resortes de la presión.

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Al remate por la vía de la vulgaridad

España impuso su ritmo desde el mismo inicio del partido. Pero se retrasaba la llegada de la salsa del fútbol: los goles. Faltaban los condimentos: las ocasiones de peligro. La cuestión, de todos modos, se reducía a saber cuánto tardaría España en marcar. Pocos ponían en duda que sería el equipo español el que abriría el marcador. Sólo restaba comprobar quién firmaría el tanto.

A los 17 minutos, Guerrero inicia en el centro del campo una jugada que, desde que salió de sus botas, olió a gol. Llegó con la pelota hasta el centro del campo chipriota después de hacer con el cuerpo un quiebro de maestro. Un balón en profundidad fue rubricado con un remate ajustado de Higuera.

La puerta chipriota estaba abierta. Pero la selección isleña no estaba dormida. A los 24 minutos Costa supera en su salida a Zubizarreta y la velocidad de Sergi impidió el tanto cantado que hubiera supuesto el empate. Prácticamente en la jugada siguiente, ya en el área chipriota, cortada en falta, la desgracia se cebó con Chipre. Guardiola lanzó la falta y Charalambous, con la colaboración de Higuera, desvió el balón a su portería.

A los 30 minutos de juego se produce el primer disparo de Chipre entre los tres palos de la portería española y a las manos de Zubizarreta. En un avance inmediato de la selección chipriota Pliasouliotis superó a Voro, centró sobre la portería española y Sotiriou cabeceó ante la sorpresa de un Zubizarreta indeciso en la salida. Fue el segundo gol que Chipre marca a España en los 450 minutos de juego, los cinco partidos en que se han enfrentado en su historia.

El gol alentó a los chipriotas y Pliasouliotis llevó el nerviosismo a las líneas defensivas españolas, desbordadas ante la desaparición de su centro del campo. El pitido del descanso sonó a gloria, como si fuera un suspiro de alivio.

Pero la angustia llevó al equipo español sobre todo en la segunda parte. Precisamente ante la ausencia de sus centrocampistas. La oportunidad de Goikoetxea, cuando aprovechando la salida del portero chipriota fuera de su área logró lanzar el balón a un palo, fue un espejismo. El cambio de Guardiola por Caminero, aprovechado por Clemente para realizar cambios de posiciones en sus filas, tampoco arregló el panorama. En cualquier momento pudo llegar la igualada, uno de los más pobres resultados que podría tener España en su palmarés y un pésimo inicio de un campeonato como la Eurocopa.

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