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Fiestas y cultura popular

Le han liao al alcalde pa que afloje la mosca en el taller de cerámica de Edgardo Mario Boreal, pues son las fiestas del pueblo, y Edgardo Mario, que es artista y cuentista, como buen argentino, le ha contao que él no hace botijos, platos ni jarras, sino cultura popular tradicional, la cerámica de los antiguos, que ya no me acuerdo si eran griegos, romanos o cartageneros, como el Aníbal aquel de los elefantes. Y ya no es un alfarero, sino uno que hace cultura popular, y eso ya se lo han aprendío todos, pues ya no te venden zapatillas de esparto, ni jarapas pa los asientos del coche, ni bolsos de cuero, ni esterillas pa la playa, sino cultura popular, y ahora resulta que hasta las natillas y las rosquillas y las cocretas que hago yo son cultura popular, pero he ido al alcalde por si me suvencionaba por las fiestas y me ha dicho que de eso nasti. O sea, que lo de la cultura popular también es mu correlativo.Aparte del taller de cerámica, también se nota que es fiestas porque han traido unos rokeros de mucha escandalera, los Rock Arniceros, y de la que dan la matraca, o sea el concierto, tiran al personal mollejas, riñones, hígados y de más bandullos, qué pasada, si vieran lo que valen en la casquería no harían esa cultura popular, aunque a mi Oscar Luis y a mi Tatianita les flipa, menos mal que con mi Ariel automática salen bien las manchas de esa cultura popular. Como estamos en Levante la juerga también se va en pólvora, demasiao a mi gusto, y anoche un abuelo infartó porque un cabrito de nene explotó un petardo a sus pies, y eso lo tenían que controlar, pues una cultura popular de espaldas al pueblo, y mayormente del pueblo anciano.

También hemos bailao la jota, y hemos estao en las procesiones, y hamos ido a los toros, con la poblemática que nos siguen tomando a todos por alfeñiques, y dan a mis posaderas el mismo sitio que al trasero de Victoria Abril, verbigracia. Y cuando me senté con muchas fatigas, parecía una clueca empollando entre los muslos al señor de alante. Perdone usté, le dije, es que estoy gruesa de los nervios y los empresarios especuladores ganan más cuartos sentándonos como gallinas, ques un abusamiento.

A ver si arreglan esta cultura popular y me siento en los toros con dignidá.

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