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SANIDAD

Estado de alerta en el Reino Unido por una bacteria asesina

Isabel Ferrer

Una infección bacteriana causada por un estreptococo común que suele ser portado por el 10% de la población ha puesto en estado de alerta a las autoridades sanitarias británicas. Hasta la fecha, cuatro personas han muerto por esta causa. La última víctima, una mujer, se produjo ayer. El fallecimiento de otras dos está siendo investigado; una pareja se encuentra muy grave y cuatro pacientes más han precisado operaciones de urgencia para salvar sus vidas.En circunstancias normales, el citado agente infeccioso causa inflamación y dolor de garganta. En los nuevos afectados, por el contrario, ha producido necrosis, destruyendo por completo tejidos en menos de 24 horas.

Aunque la Administración sanitaria niega por el momento que se trate de una epidemia, los laboratorios clínicos del Reino Unido tienen orden de comunicar los casos graves de infección por estreptococos del grupo A beta-hemolítico. Los primeros síntomas observados son enrojecimiento e inflamación de la piel. Todos los afectados habían acudido al hospital para someterse a intervenciones consideradas leves, hernia o varices, entre ellas. Horas después de las mismas, regresaron al quirófano para detener la necrosis (destrucción de los tejidos parecida a la gangrena) surgida en la zona operada.

El primer caso se produjo el pasado febrero, en el condado de Gloucester, al suroeste de Inglaterra. Al principio se pensó en una infección hospitalaria y el centro sanitario local presentará esta semana un informe al respecto. Uno de los supervivientes, Les Christie, ha interpuesto una demanda por este motivo. En los últimos días, sin embargo, ha habido otros casos en Londres, Kent (sureste de Inglaterra), Surrey (sur de Inglaterra) y Escocia.

Las autoridades sanitarias! han reconocido que desconocen las causas que han transformado una bacteria poco dañina en un agente tan peligroso. Sus portavoces aseguran que no suele haber más de una decena de casos de necrosis posoperatoria al año. Los actuales, señalan, entran por ahora dentro de las estadísticas normales. Al igual que los laboratorios, los médicos de cabecera han sido advertidos de los síntomas de la infección. De este modo podrán remitir a los enfermos sin tardanza al especialista más próximo.

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