_
_
_
_
_

Un sistema informático inadecuado propició el escándalo de la duplicación de tarjetas

Un agujero en el sistema informático que conecta el Ministerio de Transportes con las comunidades autónomas propició la duplicación de miles, de tarjetas de transporte. Una circular de 1990 demuestra que los fallos fueron descubiertos, pero las órdenes para solucionarlos nunca fueron aplicadas. Hasta el momento se han investigado 19.000 licencias duplicadas. Según Transportes, la mayoría de las duplicaciones responde a simples errores. La investigación del juez de delitos monetarios, Miguel Moreiras, trata de aclarar cuántas duplicaciones son fraudulentas.

El sumario abierto por Moreiras recoge en cerca de 3.000 folios graves acusaciones contra altos cargos del ministerio que dirige José Borrell. Los hechos, según fuentes al tanto de las investigaciones, se remontan en algunos casos al año 1987.El sumario se abre con la denuncia efectuada por el director de Transportes de la Comunidad de Madrid, Lorenzo Hernández, que descubrió más de 3.400 tarjetas duplicadas en Madrid.

De las declaraciones al juez y la Guardia Civil por varios implicados se deduce que el sistema que conectaba el ministerio con las comunidades propició la duplicación. ¿Cuántas duplicaciones responden a un fraude y cuántas a errores? De momento no hay respuesta.

Se sabe que cargos del ministerio conocían desde hace cuatro años los agujeros informáticos que posibilitaban las duplicaciones. En concreto, una circular de octubre de 1990, firmada por el secretario general de Transportes, Manuel Panadero, instaba a modificar los sistemas de registro para "asignar a cada autorización un número fijo" y endurecer el control sobre altas y bajas.

Al margen de los problemas informáticos, las declaraciones del jefe de servicio de autorizaciones de la Dirección de Transportes, José María Blasco Cantera, dan cuenta de presuntas irregularidades en la expedición de licencias en agosto de 1987. Según ese funcionario, él realizó informes sobre irregularidades en la concesión de un cupo de 1.900 licencias en 1987 y trato de favor a la gestoría Mas en las exigencias documentales para tramitar la compraventa de automóviles.

La declaración de Blasco Cantera ha sido fundamental para que Moreiras cite a declarar en calidad de inculpado a Panadero. El sumario tiene otros dos ejes fundamentales: la gestoría Mas y su responsable, Pedro Arroyo, y la relación de éste con el subdirector general de gestión, Pedro Martínez Aguilera, también inculpado.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Martínez Aguilera, con 10 años de servicio en Transportes, era el experto en el sistema informático de licencias desde 1991. Su comportamiento, según fuentes del ministerio, es inexplicable, puesto que de él partieron muchas de las iniciativas que trataban de sellar el sistema para evitar duplicaciones. Algunas de las iniciativas no fueron puestas en marcha, afirman fuentes ministeriales.

Aguilera y Arroyo mantuvieron durante un tiempo una relación "que no podría calificarse de amistad", según ha puntualizado el hijo de Aguilera, Pedro Martínez Vicioso. Este trabajó en la gestoría de Arroyo "como botones antes de cumplir el servicio militar". Este periódico intentó ayer sin éxito recabar las versiones Aguilera y de Arroyo.

Del sumario se desprende también que la duplicación de licencias no es un problema nuevo en el sector. Hace más de cinco años, según una declaración, ya hubo reuniones de una decena de empresas y funcionarios de Transportes para abordar la cuestión. Entre estas empresas figuraban Transportes Lago y Compañía Europea de Transportes, cuyos responsables no pudieron ser localizados ayer.

Cruce de cartas

Las investigaciones de Moreiras se remontan al mes de septiembre del pasado año. En las mismas fechas hubo un duro cruce de cartas entre el responsable de Transportes de la Comunidad de Madrid, Lorenzo Hernández, y el director general del área del ministerio, Bernardo Vaquero.

En las misivas, Hernández comunicaba sus sospechas sobre la existencia de irregularidades en el ministerio y solicitaba medidas para acabar con el problema. Las cartas son uno de los puntos claves para delimitar responsabilidades.

El hecho de que Moreiras haya llamado a declarar como inculpado a Panadero ha caído como una bomba en el departamento. Borrell declaró ayer a Onda Cero que "parece fuera de cualquier posibilidad razonable creer que Panadero se haya dedicado a falsificar tarjetas". Panadero ha recibido el apoyo de la Confederación Española de Transporte de Mercancias.

Esta información ha sido realizada por

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_