"Hoy representamos la modernidad y la convergencia con Europa"

Ganó su primer millón le patadas a un balón en el Español de Barcelona, mientras estudiaba a la vez Derecho y Ciencias Económicas. Está orgulloso de haber creado con sus empresas "4.000 puestos de trabajo, más o menos". Ibicenco, casado, padre de cuatro hijos, Abel Matutes, de 52 años, dejó el miércoles la comisaría europea de Transportes y Energía, tras haber presentado la renuncia al presidente del Gobierno, Felipe González. Desde ayer sólo es el número uno del Partido Popular para el Europarlamento, aunque se trae de Bruselas una cuarentena de máximas condecoraciones, otorgadas por otros tantos países, explica con satisfacción, por su contribución a la cooperación internacional y su defensa de la democracia en países tan alejados como Chile o Filipinas.

Pregunta. ¿Éstas van a ser inevitablemente las elecciones de la corrupción?

Respuesta. Espero y deseo que no lo sean. El PP puede ganarlas claramente en función de sus propias propuestas y de que llevará en su candidatura los mejores hombres y mujeres, aunque la corrupción inevitablemente pesará, estará ahí como un telón de fondo.

P. ¿El PP puede ganarlas porque está mejor que nunca o porque el PSOE está peor que en cualquier otro momento?

R. El resultado de unas elecciones tiene algo de ambas cosas, combina siempre los méritos propios y los deméritos ajenos. Estamos en un momento de máximo desgaste del PSOE, es verdad, pero también es cierto que el PP se presenta como una opción sólida, coherente, con programas modernos y en clara sintonía con lo que están haciendo los gobiernos de nuestro entorno. Y todo eso con un liderazgo claro y brillante de José María Aznar, que goza en este momento de un apoyo popular indudable.

P. La paralización aparente del proyecto europeo ¿no puede disparar la abstención? ¿Cómo piensa estimular la participación de los votantes?

R. En tiempos de recesión la construcción europea siempre se ha visto ralentizada. La crisis económica deriva siempre en europesimismo y eruoesclerosis. La idea que voy a defender con 'insistencia es que necesitamos una España fuerte en una Europa fuerte. El PP representa hoy la modernidad y la convergencia con Europa. Al tiempo que contribuimos activamente a la construcción europea, sabremos defender sin complejos los intereses vitales de España. La gente tiene que acudir a votar, porque si no luego no podrá quejarse de los representantes que le hayan tocado en suerte.

P. ¿Qué les diferencia a ustedes de los socialistas a la hora de representar los intereses de los españoles?

R. Hay aspectos básicos de la construcción europea que son objeto de una política de Estado y ahí no existen grandes diferencias. Pero la política del Gobierno actual no nos hace converger con Europa, sino lo contrario, nos aleja y nos separa cada vez más. En tanto que fuerza política hermana de las que están gobernando la gran mayoría de los países europeos, nosotros estamos en las mejores condiciones para lograr esa convergencia y defender los intereses vitales de España.

P. Pero en materia de construcción europea ha habido mucho consenso y el votante quizá no pueda diferenciar con claridad los dos proyectos, popular y socialista.

R. Yo insisto en que no podemos basarnos sólo en una idea romántica de la construcción europea. Debemos tener en cuenta los intereses de España y su defensa. Así evitaremos a la larga una frustración importante a los españoles.

P. ¿La designación de Celia Villalobos como número dos trata de compensar su falta de popularidad?

R. Desde luego, yo no pretendo competir en un concurso de belleza con la guapísima Celia y su designación me parece muy acertada. Pero ya antes de que se conociera que ella iba en un puesto muy relevante aparecía yo en las encuestas con un grado muy alto de conocimiento, una valoración especialmente buena de mi figura política y varios puntos por delante del partido socialista. Como Celia y los demás candidatos sumarán activos de popularidad y eficacia, tanto mejor.