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González rechaza el envite de Aznar y no dimite

El presidente del Gobierno se siente "personalmente concernido" por los casos de corrupción

José María Aznar se empleó ayer a fondo en el acoso a Felipe González, pero éste dejó claro que no tiene intención de dimitir por los casos de corrupción que han puesto en entredicho su gestión. En sus planes está terminar la legislatura, que sólo lleva nueve meses, claramente en contra de las pretensiones del presidente del Partido Popular, quien ayer le emplazó a renunciar ante el Rey y a proponer en su lugar a un miembro del PSOE. A juicio de Aznar, González ya no tiene crédito para dirigir España. "Váyase", fue su consejo en la primera jornada del debate sobre el estado de la nación, "dado que bajo su mandato ha florecido la corrupción, y no tiene capacidad para resolver la crisis económica". El líder de IU, Julio Anguita, también le pidió que haga las maletas.

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Frente al duro acoso de José María Aznar; el líder socialista pintó un panorama economico esperanzador y aseguró que no le "flaqueará el ánimo" para afrontar los casos de presunta corrupción del ex gobernador de Banco de España Mariano Rubio y del ex director de la Guardia Civil Luis Roldán. González, según dejó ver ayer, se siente capaz de seguir gobernando, dado que los nacionalistas catalanes le garantizan de momento la mayoría.El resto de los partidos de la oposición tampoco acorralaron a González. Aunque Anguita pidió la dimisión de González, el líder de IU diversificó las causas y se basó especialmente en la política económica. Esta actitud de Anguita alivió el debate para los socialistas, que en los pasillos respiraban con desahogo. Los nacionalistas vascos y los canarios mantuvieron una actitud crítica, pero no atenazaron a González ni con la petición de dimisión ni con la corrupción.

El debate no se convirtió en un juicio por corrupción contra el Gobierno, que le hubiera empujado a dimitir si todos los partidos hubieran seguido el discurso, radicalmente descalificador de Aznar.

El líder del PP se quedó solo en la rotundidad de su ataque y mostró un flanco débil al no presentar una moción de censura después de la rotundidad de su discurso y la crudeza de su diagnóstico. Se limitó a pedir la dimision de González, pero no la salida de los socialistas del Ejecutivo. González resaltó la "incoherencia" del líder de la oposición, que juega al desgaste pero no presenta una alternativa de gobierno.

No obstante, los dirigentes del PP, ya en los pasillos, consideraban cumplido su objetivo: poner en el foco de todas las responsabilidades a González, y no a su Gobierno, con la intención de desgastar al líder socialista. El enfrentamiento entre el presidente del Gobierno y el líder del primer partido de la oposición polarizó el debate. Fue un debate de órdagos continuos.

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Financiación de los partidos

Cuando Aznar acusó a González de responsabilidad política por la corrupción, el presidente le replicó que él también tenía el techo de cristal por su gestión como presidente de Castilla y León, donde se produjeron algunos escándalos. Cuando Aznar retó a González con una comisión Filesa, González respondió con el anuncio de una comisión para investigar la financiación de todos los partidos.

González y Aznar consumieron en torno a una hora cada uno para exponer sus antitéticos puntos de vista. González parecía que se sometía a una sesión de investidura; hizo un breve balance de su gestión y se refirió a proyectos de futuro en tono esperanzador. "No me flaqueará el ánimo" para hacer frente a la corrupción, indicó, para subrayar que lo considera "un empeño democrático" y no partidario.

El presidente del Gobierno desconcertó un tanto a la Cámara al afirmar que no va presentar su dimisión a causa de la corrupción pese a que acababa de admitir sentirse "personalmente concernido" ante estos hechos.

Como respuesta, recibió todo un discurso sobre la responsabilidad política. A Aznar no le cabe la menor duda de que el jefe del Ejecutivo es responsable del caso Filesa, de la gestión de la ex directora general del BOE Carmen Salanueva, de las actuaciones del Cesid, y de los casos de Luis Roldán y Mariano Rubio. Según Aznar, es responsable por haberles nombrado, por haberles mantenido y "por hacer la vista gorda". Ya no hay marcha atrás, advirtió Aznar, para quien González "no tiene crédito para liderar este país".

Cruce de abucheos

El líder conservador fue jaleado con entusiasmo por su grupo, en tanto que González pidió a los suyos que mantuvieran silencio y no le aplaudieran para que quedara patente que el ruido sólo venía de los bancos de la derecha. Esto no siempre se logró, ya que los socialistas abuchearon cuando des le el PP se llamaba a González "embustero" o "caradura".

El tono mesurado del presidente en su primera intervención contrastó con la vehemencia de sus respuestas, ya sin papeles, en la tribuna. Responsabilidad por responsabilidad, dijo González a Aznar, recordándole el caso de un consejero de Castilla y León procesado por prevaricación y del que no se ha derivado ninguna responsabilidad política.

Aznar echó balones fuera y anunció la inmediata petición de una comisión de investigación para el caso Filesa. La solicitud fue presentada ayer mismo en el registro del Congreso. Inmediatamente después los socialistas anunciaron la creación de una comisión que estudie la financiación de todos los partidos y su endeudamiento desde el año 1989.

No se pusieron de acuerdo González y Aznar sobre la crisis, el futuro de la red de asistencia social y cómo deben abordarse los casos de corrupción. González echó mano de los últimos indicadores, que anuncian una sensible mejoría, en tanto que Aznar, aun reconociendo algunos datos favorables, los atribuyó a la coyuntura internacional y no a la acción del Gobierno.

La cuestión autonómica quedó absolutamente eclipsada por el debate sobre la corrupción. No obstante, los nacionalistas vascos y canarios dedicaron una buena parte de sus intervenciones a descalificar la política gubernamental en este terreno.

Al término de la sesión de ayer, González afirmó que el debate había sido "duro, porque las circunstancias son duras".

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