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La crisis política tapa la recesión

El Gobierno se enfrenta a la ardua tarea de explicar la peor recesión padecida por la economía española en los últimos 30 años: durante 1993 el Producto Interior Bruto (PIB) cayó un 1% y el paro aumentó en 600.000 personas. La gravedad alcanzada por la crisis política en las últimas semanas amenaza con tapar la recesión por la que atraviesa la economía española. Tapar la crisis será también uno de los objetivos de Felipe González, que intentará transmitir la sensación de que ya hay un giro positivo hacia la recuperación.La mejora de la balanza comercial, el recorte de los tipos de interés, la excelente temporada turística, la recuperación de las ventas de automóviles, la senda de moderación salarial, todos estos son datos positivos que serán esgrimidos hoy por el Ejecutivo para defender su gestión económica. Sin embargo, persiste la desazón por la magnitud de las cifras del paro, el descontrol del déficit público -que alcanzó el 7,3% en 1993- y las dificultades reales para reducir las tasas de inflación, aunque el aumento de los precios ya no es un desequilibrio galopante.

El paro afectaba a finales de 1993 a 3.682.000 españoles, según la EPA, lo que se traduce en una tasa del 23,9%. De estos parados, 2.761.241 personas, un 17,92% de la población activa, estaban registrados en el Inem, según los datos del pasado marzo. Datos optimistas por primera vez en muchos meses y que han permitido reducir el índice del 18,01% de febrero al 17,92%.

Signos de recuperación

Pero los signos de recuperación parecen más producto de las devaluaciones de la peseta en 1993 que de la certeza de un cambio real de tendencia en el ciclo económico o de la corrección de los desequilibrios estructurales. La recuperación está llegando del sector exterior, al calor de un año turístico que se adivina excepcional y de una clara mejoría de la balanza comercial.

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En enero, el déficit comercial se redujo a 89.000 millones de pesetas, frente a los 164.000 millones del año anterior y, por primera vez desde 1986, España obtuvo superávit en sus relaciones comerciales con el resto de la Unión Europea. En febrero el déficit se redujo de 150.000 millones a 136.000 millones.

También el automóvil funciona mejor que el año pasado, con un aumento de las ventas de un 15% en el primer trimestre. Es un buen dato, pero tampoco excepcional si se tiene en cuenta la profundidad de la caída de las ventas en el ejercicio anterior. La construcción, en cambio, ha ralentizado una recuperación que meses atrás había generado bastante optimismo.

El Gobierno se apuntará también en su haber la fuerte reducción de tipos de interés, que han bajado del 13% al 8% en un año, una reducción muy espectacular si se tiene en cuenta que la inflación aún no está controlada. Los precios siguen creciendo a un ritmo del 5% anual, un nivel alto si se tiene en cuenta que el Ejecutivo confía en que se reduzca al 3,5% a lo largo de este año.

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