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Leguina y Acosta firman un armisticio para una lista pactada en la FSM

Javier Casqueiro

Joaquín Leguina le ha cogido gusto a las viandas que se ofrecen en la marisquería Moaña de la céntrica calle de Hileras. Hace apenas un mes desatascó en este restaurante con el alcalde de Madrid, José María Alvarez del Manzano, una docena de proyectos que la Comunidad y el Ayuntamiento se autobloqueaban por enfrentamientos políticos. Ayer regresó al mismo lugar para almorzar y encontrarse con el guerrista José Acosta, presidente de la Federación Socialista Madrileña, con el que mantiene otro pulso desde que se cerró en falso en febrero de 1991 el anterior congreso de la FSM. Leguina y Acosta llegaron al acuerdo de que el instrumento de trabajo para las próximas semanas, hasta que se inicie el 6 de mayo el VII congreso regional, es precisamente "el acuerdo", pero sin contrapartidas previas. Se concedieron un aparente armisticio y han nombrado a sus delegados cuatro personas por cada bando para que negocien una nueva lista para la ejecutiva "de consenso e integradora" sin nombres prohibidos.No es frecuente que el presidente regional y el presidente de la Federación Socialista Madrileña, ambos del mismo partido, se reúnan desde que en febrero de 1991 Leguina fue desbancado de la secretaría general de la FSM por un hombre entonces de José Acosta.

El encuentro de ayer tenía la importancia de ser el primero entre ambos líderes en la preparación del nuevo congreso. Los simpatizantes de los sectores renovador (Leguina) y guerrista (José Acosta) de los socialistas madrileños estaban expectantes. Los acostistas habían anunciado que su candidato integrador para la secretaría general de la FSM era el ex alcalde y senador Juan Barranco. Pero Leguina había transmitido previamente, como ultimátum, que en ese caso él se vería forzado a concurrir a ese puesto.PÁGINA 3

Leguina se presentará a la secretaríaa general de la FSM si los guerristas proponen a Barranco

VIENE DE LA PÁGINA 1Los leguinistas -renovadores radicales- también han lanzado los nombres del ex ministro José Barrionuevo y del consejero de Salud Pedro Sabando para el cargo de secretario- general. Pero este supuesto sólo se contempla en el caso de que las tres cabezas visibles del socialismo madrileño (Leguina, Acosta y Barranco) se retiraran de la primera línea de esta mesa camilla.

Acosta y Leguina no mencionaron ayer ningún nombre para ningún cargo. Mantuvieron una comida "cordial" de apenas dos horas y delegaron en sus hombres para determinar el campo de batalla. Los acostistas estarán representados en esa comisión de trabajo por Francisco Cavaco, actual secretario de organización de la FSM, Adolfo Piñedo, Pedro Castro (alcalde de Getafe) y por una cuarta persona a decidir entre los concejales Leandro Crespo o Jorge Gómez. Los renovadores se reunieron también ayer en el Canal de Isabel II -su foro habitual de debate- para decidir el perfil de sus mediadores, que corresponderá a los consejeros Virgilo Cano, Ramón Espinar, Jaime Lissavetzky y Pedro Sabando.

José Acosta se mostró, tras la comida, "animado" ante la posibilidad de llegar a pactar con el sector renovador una lista de consenso. Volverá a ver a Leguina en breve porque se apostó con él un almuerzo sobre si el partido Rácing de Santander-Barcelona se había disputado durante el 33º Congreso Federal y lo perdió. No le importa: "Hace mucho tiempo que no comíamos juntos".

Acosta indicó que ahora queda por delimitar cuál es ese acuerdo" y reconoció: "Ya no estamos confrontados". Pese a todo, el presidente de la FSM continúa defendiendo a Barranco como su candidato integrador. Acosta afirma, por su parte, que no tiene apetencias personales a mantener responsabilidades ejecutivas en la FSM.Barranco baja a la arena

El ex alcalde Juan Barranco, que en anteriores pugnas se había situado al margen de los contendientes, y no tomaba partido, ahora ha bajado a la arena de las agrupaciones, convisitas en las que pretende ganar más adeptos.

Los renovadores también se expresaron ayer en tonos muy conciliadores. "Si no hay desacuerdo en las ideas y hemos conseguido redactar una ponencia marco entre todos sobre lo que debemos hacer los próximos cuatro años en Madrid no es lógico que no nos entendamos en los,nombres", expresó uno de sus más significados portavoces. "Habrá que actuar con mucha mano izquierda, con humildad y con cesiones personales para alcanzar el acuerdo", añadió este portavoz renovador.

En este sentido, Acosta aclaró ayer sobre la proposición de Leguina de que el nuevo secretario general tendría que ser un renovador que no está "ni a favor ni en contra".

Los datos de las últimas encuestas, especialmente el descalabro que reflejaba para el PSOE el barómetro de primavera realizado por Demoscopia para EL PAÍS, han allanado el camino a las conversaciones entre los sectores enfrentados de los socialistas madrileños para alcanzar un pacto. "Lo que preocupa ahora es el PP, su ascenso y la posibilidad de que se puedan llevar además del Ayuntamiento el gobierno de la Comunidad", resumió un alto dirigente de la FSM.

Esta es también la preocupación mayor del otro sector, los renovadores de la base. Ellos son una facción muy similar a los renovadores de Leguina pero defienden una revolución de "caras nuevas" con más entusiasmo porque se sienten menos atados a cargos en el ejecutivo autonómico.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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