Manuel Chaves disputará a Sanjuán la secretaria regional para hacerse con el control del PSOE andaluz
Primero fue el apoyo de Felipe González, luego la petición a coro de los portavoces renovadores y, Finalmente, el sí de Manuel Chaves. El presidente andaluz rompió ayer su silencio y anunció su candidatura a la secretaría regional del PSOE. Chaves, muy en su papel de hombre bueno, se mostró dispuesto a integrar a la minoría guerrista en la futura ejecutiva, mientras su equipo, que a trompicones lo ha colocado al frente del partido, lanzó la primera advertencia: la secretaría es innegociable y con el respaldo guerrista o sin él, Chaves será "de todas todas" el líder del PSOE andaluz.Frente a la posición de los dirigentes renovadores, Chaves adoptó una posición conciliadora, aunque firme, en la que dejó entrever una preocupación: la proximidad de las elecciones autonómicas del 12 de junio y la necesidad de afrontar, con un partido cohesionado, la batalla electoral con la derecha".
El presidente de la Junta defendió los principios de renovación e integración que han primado en el congreso federal, pero al margen del debate partidario pidió a los socialistas andaluces, al igual que González en los días previos del congreso, que empleen sus energías en aportar ideas para combatir la crisis económica y lo que él consideró como el eslogan del PP: "Cuanto peor para Andalucía, mejor para la derecha".
Chaves aseguró que tenía tomada la decisión de presentarse como candidato a la secretaría regional hace unas semanas -"más de las que ustedes creen", comentó- y que sólo razones de oportunidad política le habían hecho retrasarla. El jefe del Gobierno andaluz comunicó ayer su decisión a Carlos SanJuán, con el que conversó por teléfono. Éste mantenía al día de ayer su candidatura y su oposición a que el presidente de la Junta compagine ambos cargos.
Los guerristas reprochan a los renovadores su amnesia política al defender ahora un criterio completamente distinto al que les llevó a derribar a José Rodríguez de la Borbolla de la presidencia del Gobierno autónomo y de la dirección del partido a cuento de las incompatibilidades.