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La revolución de los horarios

Cada comunidad autónoma regula su albedrío mientras el Gobierno elabora una ley de comercio

Muchos quisieron parodiar la rotura de la silla del ministro de Comercio, Javier Gómez-Navarro, el pasado jueves en el Congreso mientras debatía el decreto de horarios comerciales, como un reflejo de la inestabilidad que vive el sector por los horarios. El ministro acababa de prometer una Ley de Comercio para finales de 1994 y el resto de grupos políticos no se opuso a su decreto. Guardarán las armas hasta entonces. Mientras tanto, cada comunidad autónoma tendrá potestad para legislar sobre unos mínimos, que se establecen en ocho domingos al año y 72 horas semanales.Las comunidades de Cataluña, Valencia, Extremadura y Galicia harán una lectura restrictiva del decreto ley de Comercio aprobado el pasado 29 de diciembre por el Gobierno y sólo abrirán sus comercios los ocho domingos y festivos al año y 72 horas semanales fijados como mínimos.

El decreto ley de Comercio concede potestad de ampliar esos mínimos a las diferentes comunidades. Madrid, la comunidad con mayor peso en centros comerciales, ha tratado de buscar un acuerdo con los comerciantes; pero, al final, ante la imposibilidad de lograrlo, se ha decidido por regular y aplicar unos días de apertura que decidirá el Consejo de Gobierno en su próxima reunión. El decreto fija la apertura de ocho festivos al año.

Andalucía, también con un alto índice de centros comerciales, se había marcado como referencia la decisión de Madrid, por lo que posiblemente se decida a legislar los mínimos. Madrid y Andalucía han aplicado desde 1985 la libertad total de horarios y han buscado una solución negociada con los pequeños comerciantes para evitar tener que legislar.

Las seis comunidades autónomas citadas son las que reúnen el mayor número de centros comerciales y las que más se verán afectadas por el nuevo decreto ley. La decisión de Madrid servirá de base para lo que haga Baleares y Canarias, según han señalado fuentes de esos gobiernos. Hasta ahora ninguna comunidad ha trasladado el decreto ley a su realidad. La primera que lo hará será Cataluña y le seguirá Extremadura.

Asturias, País Vasco, Navarra, Cantabria, Aragón, Castilla La Mancha y Castilla León, a pesar de que hasta ahora tenían libertad de horarios comerciales, no abrían los domingos por costumbre y no tienen intención de regular el decreto en sus respectivos territorios, por lo que seguirán sin abrir.

Rota la unidad

El mapa es tan diverso que el propio Tribunal de la Competencia advertía en un informe anterior a la aprobación del decreto ley que "traspasar la potestad de regular el sector comercial a las comunidades autónomas, implica abrir paso a la discrecionalidad frente a la norma. Este traspaso dificulta la unidad de mercado, limita la modernización del sector y reduce el empleo". El decreto ley de Comercio rompe la unidad de mercado y tendrá un carácter experimental durante el año 1994 hasta que el Gobierno logre tramitar en el Parlamento una nueva Ley de Comercio que abarque otros aspectos además de los horarios comerciales. El ministro del ramo, Javier Gómez-Navarro, ya adelantó la pasada en el Congreso de los Diputados que la ley estará lista para finales de año.La postura de los partidos políticos quedó en el aire la semana pasada en el Congreso, a pesar de que se convalidó el decreto de Comercio sobre horarios comerciales. No hubo votos en contra, pero cada partido marcó su posición. El grupo socialista y CiU creen que es un buen decreto que aglutina los intereses generales del comercio. De todas forman, lo definen como provisional. El PP, que votó a favor, considera que es necesaria una Ley de Comerio y que la libertad total de horarios ha dado más calidad de vida y ha modernizado el sector. Mientras tanto, Izquierda Unida subraya que la ley debe protejer al pequeño comercio, que, a su juicio, queda bastante en precario.

Tan sólo tres semanas después de aprobarse el decreto ley , el subsecretario de Comercio y Turismo, Ángel Serrano, reunió a los directores de comercio Interior de las comunidades autónomas para pedirles que pese a que el nuevo texto permite discrecionalidad en los horarios comerciales "sería bueno que se armonizasen para no fomentar una gran diversidad".

Oposición

Este hecho ha sido interpretado como un contrasentido tanto por la Asociación Española de Centros Comerciales (AECC) como la Asociación Nacional de Grandes Centros de Distribución (Anged). Ambas asociaciones se han opuesto activamente a cualquier limitación a la total libertad de horarios comerciales.El consejero de Economía de la Junta de Andalucía, Jaime Montaner, ha señalado que no tiene intención de legislar. Hay otro elemento que añade complicaciones. La Comunidad de Madrid y la de Andalucía no tienen competencias en materia de comercio interior. Caso de que promulgaran un decreto para fijar los días de apertura comercial de domingos y festivos, tendrían el grave riesgo de que fuera declarado inconstitucional. De hecho, los servicios jurídicos de Anged estudian acciones jurídicas contar cualquier limitación comercial y no descartan "plantear un recurso de inconstitucionalidad si fuera necesario" según fuentes directivas de Anged.

Otro problema que deja sin resolver el decreto ley de Comercio es el régimen de sanciones, ya que lo deja al libre albredrío de cada comunidad autónoma. El régimen sancionador lo tendrá que determinar cada comunidad al adaptar el decreto ley a su realidad autonómica.

Allá dónde no se legisle, n podrán aplicarse sanciones, por lo que la limitación parece poco menos que papel mojado. Asímismo, el decreto ley de Comercio aprobado por el Gobierno establece en su disposición fina que en la comunidad que nos legisle seguirá vigente el decreto de 1985 que establece libertad total de horarios.

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