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Reportaje:

Sanidad pide que se penalicen los anuncios de intercambio de un órgano por trabajo o dinero

Los trasplantes siguen aumentando en España, en especial los de médula ósea

El número de donantes de órganos creció en 1993 un 5%, lo que mantiene a España a la cabeza mundial en actividad trasplantadora, según dijo ayer el coordinador nacional de trasplantes, Rafael Matesanz. A la actual transparencia sanitaria de esta práctica, Matesanz quiere añadir garantías legales, por lo que, a través de Sanidad, ha pedido que se castigue en el nuevo Código Penal no sólo el tráfico de órganos, sino también el anuncio de su venta o intercambio. Recientemente, un parado ofreció, a través de los medios de comunicación, uno de sus riñones a cambio de trabajo.

A la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) llegan directamente cada año una media de cuatro o cinco peticiones de personas dispuestas a desprenderse de alguna parte de su cuerpo con la esperanza de conseguir a cambio dinero o un puesto de trabajo. Se trata de ciudadanos que relatan una dramática situación económica. En algunos países latinoamericanos es una práctica aceptada. No así en España, donde el comercio de órganos para trasplante está prohibido, aunque no existen referencias legales a la publicidad de esta transacción. Matesanz cree que el simple anuncio crea un mensaje peligroso y confuso sobre la legalidad vigente.La tasa anual de donaciones en España es de 22,6 por millón de habitantes, actualmente la mas alta de los países industrializados. Canarias, con una tasa de 38,6 "tiene el récord mundial en donaciones de órganos", según destacó Matesanz. Durante el pasado año se realizaron 1.488 trasplantes de riñón, 495 de hígado, 287 de corazón, 24 de páncreas y 20 de pulmón, según informó ayer el responsable de la ONT en un seminario organizado por la Fundación Ramón Areces en Madrid, que fue inaugurado por la ministra de Sanidad, Ángeles Amador. Los de más espectacular crecimiento han sido los trasplantes de médula ósea, que pasaron de 770 en 1992 a 1.060 en 1993. Justo una década antes, sólo se hicieron 79.

"Antes esto se encontraba desarrollado a medio gas, pero ahora se ha incluido en los hospitales como una terapia muy estandarizada", explicó Matesanz. Un total de 37 centros hospitalarios españoles, públicos y privados, aplican esta terapia para el tratamiento de distintos tipos de cáncer o enfermedades inmunitarias. El 85% de los trasplantes de médula realizados correspondieron a adultos y el 15% a menores de 15 años. La mayor parte de ellos se hicieron con médula del propio enfermo y el resto con donantes.

En opinión del coordinador de trasplantes, esta generalización de la actividad trasplantadora en médula ósea "deslegitima cualquier petición o cuestación popular para acudir a tratamiento fuera". "Porque no es verdad", aclaró, "que haya unos trasplantes más difíciles que otros. Incluso tenemos unidades especializadas en enfermedades hereditarias como las que padecen los niños burbuja".

Otro problema distinto es si existe indicación terapéutica de trasplante. "Hay algunos casos en que los médicos lo han descartado por no existir garantía de curación, y aun así el paciente se va a un centro extranjero donde le cobran hasta diez veces más que en España, sin garantizarle nada", aseguró.

Matesanz reconoció que en 1993 el donante español ha cambiado de perfil, como consecuencia de la disminución de accidentes de tráfico. Actualmente sólo el 30% de órganos para trasplante procede de accidentados, y el resto, de fallecidos por otros motivos, fundamentalmente a causa de hemorragias cerebrales y accidentes vasculares. En el caso del hígado, la media de edad del donante es de 38 años; sin embargo, el pasado año hubo uno de 74.

Órganos seguros

Los hospitales garantizan la seguridad de estos órganos "con todas las pruebas que permite el estado actual de la ciencia", explicó Matesanz. Esto se traduce en el análisis del historial personal o familiar de enfermedades transmisibles, e incluso la biopsia del órgano si ofreciera sospechas. Así, en 1993 se descartaron 106 hígados, 30 vísceras cardiacas y 260 riñones. Al referirse al caso de Cádiz en el que los dos receptores de riñones procedentes de la misma donante desarrollaron un cáncer, Matesanz dijo que fue el segundo caso en el mundo, en 1987, de transmisión de coriocarcinoma, "cuando no existían pruebas específicas para detectar el tumor". "Hoy no hubiera pasado", aseguró.A pesar de la actividad que se registra, todavía 5.097 españoles están esperando un riñón; 160, un hígado (seis de ellos son niños) y 35, un corazón.

La demanda desde el extranjero es cada vez mayor, especialmente desde países de Ámérica Latina, razón por la cual la ONT ha emprendido un programa denominado Siembra que trata de exportar el sistema organizativo a aquellas naciones para que promocionen la donación y las intervenciones quirúrgicas.

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