Charles Moore, 'in memóriam'
Charles Moore ha sido, como profesor, escritor y arquitecto, sobre todo, un maestro infatigable. Como director de las escuelas de Arquitectura de Berkeley, Yale, UCLA y Austin, impuso su personalidad entusiasta y abierta, que acompañaba de una excepcional erudición. Charles Moore falleció de un infarto de miocardio el 16 de diciembre en Austin, Tejas, a los 68 años. La prensa norteamericana destacó su papel de creador e impulsor de la arquitectura posmoderna. Si bien las últimas obras de su estudio en Los Ángeles, con los arquitectos John Ruble y Buzz Yudell, pueden inscribirse en ese exuberante y retórico lenguaje clásico, creo oportuno recordar aquí la admiración mundial que despertó su figura en las décadas de los sesenta y setenta, y que su arquitectura continúa siendo una referencia obligada.Sus enseñanzas e ideas han quedado plasmadas en 14 libros que, en su mayoría, publicó con otros, autores. Body, Memory & architecture, Dimensions, The place of houses (de los que existe versión española) y Poetics of gardens son sus títulos más significativos.
Moore defendía una arquitectura configurada a partir de los deseos del cliente, las sugerencias del lugar y la forma entendida como puente entre la cultura, el pasado, la tradición y su tiempo, manteniendo siempre la fórmula de su eficaz vacuna contra cualquier rigidez puritana y dogmática: "¡Una casa no es un cilicio!". Practicó con el ejemplo en seis casas que construyó para sí mismo en las distintas ciudades a las que iba emigrando. La de Orinda, un contenedor que alberga dos sencillos templetes de cuatro columnas de madera, que enfatizan con luz cenital la presencia de la cama y la bañera, es una de sus propuestas formales más sugerentes.
Charles Moore fundó siete estudios de arquitectura distintos en seis ciudades. La más conocida de sus oficinas, con Turnbull, Lyndon y Whitaker, pertenece a un periodo de gran creatividad de Moore en California. Su obra más significativa allí fue el grupo de casas y apartamentos en Sea Ranch (1964), donde la arquitectura y el paisaje protagonizan un emotivo e inspirado encuentro. En 1978, Moore diseñó para Nueva Orleans la Piazza d'ltalia, un juego irónico de su visión del pasado y los recuerdos. Un espacio festivo como la escenografía de un musical de Broadway.
A partir de esta obra, la crítica construyó una reductiva identificación de Moore con la arquitectura posmoderna. A Charles, esta etiqueta le parecía demasiado estrecha. Por eso decía: "Creo que debemos amplia nuestras fuentes para para incluir lo ordinario y lo exótico, lo próximo y lo lejano, en el espacio y en el tiempo. No conozco ninguna razón para limitarnos a una sola fuente (Le Corbusier en los treinta) o a ninguna". Como contrapunto a la frase de Mies van der Rohe Less is more, la portada de una revista lo retrató, para su satisfacción, con el título de Moore is more.-
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