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La fiscal dice que los etarras sabían que el diálogo con Gorostiza podía ser grabado

La fiscal de la Audiencia Nacional Dolores Márquez aportó ayer una autorización para intervenir las comunicaciones a los etarras Ignacio de Juana y Esteban Nieto, fechada dos meses antes de sus conversaciones con el abogado de HB Txemi Gorostiza. Fue un último intento de revocar la nulidad de unas grabaciones que apunta a una absolución inexorable. El tribunal, que ayer reanudó el juicio de Gorostiza, no permitió que los testigos declarasen sobre la grabación en la que el abogado proponía atentar contra directores de prisiones.

La fiscal de la Audiencia Nacional y el abogado de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) recurrieron ayer a toda la trucología forense para referirse a unas conversaciones a las que oficialmente no se podían referir, pero sin cuya referencia el juicio no hubiera podido ni empezar.Así, con el pretexto de que la declaración de nulidad de las grabaciones no es firme, al no haber sido examinada por el Supremo, consiguieron dar lectura a todas las preguntas que tenían previsto dirigir al acusado y los testigos para que constasen en acta, aunque en su inmensa mayoría fueran declaradas improcedentes y no tuvieran valor, al menos ante este tribunal.

Goróstiza, que compareció vestido con toga y rodeado por una quincena de abogados, varios de ellos de HB, rechazó contestar a todas las preguntas pretextando que las grabaciones eran "falsas" y "manipuladas".

Aparentemente impasible, aguantó el chaparrón con cara de circunstancias, jugando con un lápiz y enarcando las cejas ante las preguntas más comprometidas: "¿No es cierto que usted llevaba consignas a los presos de ETA? ¿Por qué dijo que están cansados de pasar a ETA datos sobre objetivos? ¿Quiénes son esos objetivos? ¿Tanto se identifica usted con ETA que llega a hablar en plural?".

El director accidental de la cárcel de Alcalá-Meco, que ordenó grabar las conversaciones, corroboró la versión de la fiscal de que los etarras del comando Madrid De Juana y Esteban Nieto tenían las comunicaciones intervenidas desde su prisión de origen y eso se les había notificado.

Como su estancia en Alcalá-Meco era sólo para asistir a unas diligencias, esa incomunicación estaba vigente. La fiscalía pretende demostrar con el acta de intervención exhibida ayer que si lo etarras sabían que podían ser escuchados, la grabación no debía haber sido anulada.

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El testigo confirmó que todas las cabinas de la cárcel cuentan con micrófonos y dijo que sólo se graba cuando hay autorización judicial, pero en este caso no tuvo tiempo de pedir el permiso porque esperaba que la comunicación sospechosa se produjese "en fechas próximas" y no ese mismo día.

Los etarras De Juana y Artola se negaron a declarar, y el tribunal declaró improcedentes tres de las cinco respuestas del hoy ministro del Interior, Antoni Asunción, que respondió por escrito que conoció los hechos el mismo día que se produjeron.

La fiscal mantuvo la petición de siete años de cárcel por colaboración o pertenencia a ETA. "Por mucho que los autos declaren la nulidad, no esfuman la realidad que contienen esas conversaciones", dijo la fiscal. "De hipergarantismo también puede morir una sociedad", añadió.

El abogado de Gorostiza, Kepa Landa, dijo que el objetivo de la fiscalía era "criminalizar a un grupo de abogados" y se quejó del "triste papel de los medios de comunicación" que divulgaron unas cintas "filtradas ilegalmente" y de que la fiscal hubiera leído textos de la grabaciones en el juicio. Gorostiza dijo que los 314 días que ha pasado en prisión le han servido para renovar su compromiso de defensa "en los mismos términos" que antes.

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