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Una dieta rica en vitamina A reduce el riesgo de infarto

Resultados de una investigación europea sobre 1.410 hombres, entre los 35 y los 70 años

Una alimentación rica en vitamina A reduce de forma drástica el riesgo de infarto de miocardio, según un estudio realizado sobre 1.410 varones entre los 35 y los 70 años, por especialistas de nueve países europeos, entre ellos España, e Israel.La investigación, financiada por la Unión Europea y por el Fondo de Investigación Sanitaria en su parte española, ha sido publicada por la revista The Lancet, en su número del 4 de diciembre.

El estudio midió los niveles de beta-caroteno (una sustancia asociada a la clorofila, que se encuentra en las partes más verdes de vegetales como la lechuga o las espinacas, y en las zanahorias, los rábanos y los tomates, entre otros, que se convierte en vitamina A en el intestino) y de alfa-tocoferol (la forma más activa y abundante de vitamina E, que se encuentra en los aceites vegetales y los cereales) en muestras de tejido adiposo de 683 varones que habían sufrido un infarto de miocardio.

Los resultados se compararon con los de otros 727 hombres, de una edad similar, que nunca habían sufrido un ataque al corazón.

Antooxidantes

Ambos grupos mostraban niveles similares de alfa-tocoferol mientras que el nivel de beta-caroteno era muy bajo en los que habían sufrido un infarto. El riesgo de ataque al corazón era dos veces y media mayor en los que presentaban el nivel más bajo de beta-caroteno en comparación con los varones sanos con un mayor nivel de esta sustanciaLas vitaminas A y E son potentes sustancias antioxidantes impiden que las partículas que transportan en la sangre el colesterol de mala calidad (denominadas Lipoproteínas de Baja Densidad) activen la formación de placas de grasa en las arterias, originando la arteriosclerosis y las enfermedades coronarias.

"La diferencia con otros estudios está en la forma de medir los niveles de ambas vitaminas", explica José María Martín Moreno, jefe del Departamento de Epidemiología de la Escuela Nacional de Sanidad, uno de los directores del estudio, en el que han participado también los especialistas en medicina preventiva Ramón Gálvez, de la Universidad de Granada, y Joaquín Fernández-Crehuet, de la Universidad de Málaga.

"La concentración en el tejido adiposo -la acumulación natural de grasa en el cuerpo- da una idea más a largo plazo de las costumbres dietéticas, mientras que las mediciones en sangre están más influenciadas por la alimentación más reciente" continúa Martín Moreno.

Los resultados muestran también que un suplemento de vitamina E, en personas con niveles bajos, puede reducir el riesgo de infarto, como han demostrado recientes estudios, aunque en cantidades normales no supone un efecto protector especial.

Tabaco

"La vitamina A, sin embargo, es un eficaz protector en las cantidades usuales que contiene cualquier dieta razonablemente equilibrada" añade Martín Moreno.El consumo de tabaco aumenta los riesgos asociados a una carencia de vitamina A: los no fumadores tenían unos niveles de beta-caroteno mayores que los fumadores. "Este estudio muestra, una vez más, que no debemos abandonar la dieta mediterránea de frutas, verduras, aceites de oliva y cereales y limitar ahumados, conservas y precocinados" concluye.

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