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CSIF no secundará la convocatoria de huelga general del 27 de enero

La Confederación de Sindicatos Independientes de Funcionarios (CSI-CSIF) ha decidido que no participará en la huelga general convocada por UGT, CC OO y USO para el próximo 27 de enero. La negativa a participar se basa en que "no es el momento" de realizar este tipo de movilizaciones sino de buscar soluciones a los problemas existentes.Para el sindicato de funcionarios, que es la tercera fuerza sindical en este colectivo, "los trabajadores mayoritariamente no quieren ir a la huelga. Nos negamos a pedir más sacrificios a los trabajadores con claros indicios políticos y que, probablemente, como el 14-D no solucione nada", aducen en este sindicato.

El proyecto de reforma laboral elaborado por el Gobierno y que va a empezar a discutirse en el Congreso de los Diputados, no es criticado frontalmente por el sindicato aunque se señala que "aun compartiendo la necesidad de flexibilizar el mercado laboral" hay que buscar el equilibrio para "no precarizar el empleo, fijando garantías en la movilidad, rebajando la edad del contrato de aprendizaje a los 21 años y asegurando las prestaciones a los aprendices como a cualquier otro trabajador".

Para el presidente del CSI-CSIF, Antonio Corrales Mayoral, "está en entredicho la credibilidad negociadora de UGT y PSOE en cuanto que las disensiones internas, la dimisión de Nicolás Redondo, el saneamiento de PSV y los congresos de ambas formaciones no ofrecen fiabilidad".

Piquetes en Madrid

Por su parte, José Luis Daza, secretario general de UGT-Madrid, dijo ayer que la huelga general será "muy dura, como no se ha conocido en Madrid" y que los piquetes "que a miles recorrerán las calles", tendrán instrucciones de responder a las agresiones policiales con "sus armas". Paza añadió que estas armas serán "estrictamente sindicales y democráticas".

El dirigente ugetista afirmó que "la crispación social existente es muy fuerte" y que la huelga del 27 "no será, ni mucho menos, una jornada festiva como el 14-D". Para Daza ésta "no es una huelga general reivindicativa, sino que se ha convocado para evitar el atropello salvaje que suponen las reformas laborales de este Gobieno socialista, que son más reaccionarias que las vigentes en la transición política e, incluso, en el franquismo".

Daza señaló que la huelga "no necesitará que circule ningún transporte colectivo, porque se hace para que todo el mundo esté en su casa" y que "para que nadie tenga que coger ni el metro ni el autobús, no se celebrará una manifestación ese día.

El secretario general de CC OO en Baleares, Manuel Cámara, dijo ayer que los "servicios esenciales" que se fijarán para la huelga serán aquellos que se establecen los días festivos y advirtió que si la "contraparte pretende imponer otros que vayan más allá de los legítimos, no respondemos de lo que pueda pasar".

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