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Entrevista:

"Vamos a gastar mil millones en contenedores para vidrio y papel"

RAFAEL RUIZ Su despacho está todavía muy deshabitado. Sólo destaca un jarrón con flores naturales blancas. Acaba de ser reformado. Una de las primeras cosas que hizo Cristina Narbona, secretaria de Estado de Medio Ambiente y Vivienda, al acceder a este cargo a finales de septiembre fue cambiar las paredes y la iluminación. "Necesito luz". Y su despacho ahora resplandece de claridad comparado con la mayoría de los departamentos del enorme Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente.

Pregunta. No se prodiga en entrevistas, ¿no?

Respuesta. Creo que lo primero que hay que hacer al llegar a un cargo es profundizar en los asuntos sobre los que se ha de trabajar y decidir. Después llega el momento de comunicarlo. Pero no tengo nada contra las entrevistas.

P. Hace diez días, Madrid perdió la Agencia Europea de Medio Ambiente. Fue a Copenhague. ¿Es una gran pérdida?

R. Lamento que no se nos haya asignado la agencia por lo que supone de pérdida de un estímulo adicional para acortar distancias respecto a los países de la CE en medio ambiente. Pero en la decisión entraban en juego muchos intereses ajenos a si somos eficaces o no en política ambiental.

P. ¿Tan lejos estamos de otros países de la CE?

R. Sí. Si nos comparamos con Grecia y Portugal estamos por delante, pero respecto a otros países de la CE todavía estamos muy lejos. Sobre todo en cuanto a tratamiento de residuos y depuración de aguas residuales.

P. ¿Y qué está haciendo para aproximarnos?

R. Ahora mismo hemos comenzado los contactos con las comunidades autónomas para la revisión del Plan Nacional de Residuos Industriales, que estará vigente los próximos cuatro años.

P. ¿Con incineradoras incluidas?

R. Por muchos esfuerzos que se hagan siempre quedará una parte de residuos para los que no habrá otro tratamiento posible que la incineración. Hay que intentar que sean los menos posibles. Pero España necesita alguna planta incineradora. El País Vasco ya nos ha comunicado que está dispuesto a acoger una de estas instalaciones si al analizar las necesidades del Estado se considera conveniente este emplazamiento. En cualquier caso, las decisiones se tomarán valorando mucho las ubicaciones menos conflictivas.

P. ¿Y sobre depuración de aguas residuales?

R. La mayoría de los ayuntamientos no tienen capacidad de inversión para poner en marcha y mantener depuradoras. Por eso hay que integrar los esfuerzos a nivel estatal, autonómico y local, e intentar captar fondos de cohesión de la CE. De ahí el Plan Nacional de Depuración, cuyos costes aproximados serán de un billón y medio de pesetas.

P. ¿Quién tiene más conciencia ambiental en España la sociedad, los políticos o los empresarios?

R. La sociedad está avanzando mucho. Pero es que sociedad somos todos. En cualquier caso, es un proceso lento y nos queda mucho camino por recorrer. Pero hay que ser optimistas, porque las nuevas generaciones están ya muy concienciadas. Mi hijo [de nueve años], por ejemplo, está muy preocupado por la sequía, me riñe si me dejo un grifo abierto, y está continuamente preguntándome por el reciclado de papel, de pilas...

P. Una pregunta a la ciudadana Cristina Narbona. ¿Separa en la basura de su casa el vidrio y el papel?

R. Hemos empezado a hacerlo en cuanto el ayuntamiento puso contenedores.

P. Precisamente de eso se quejan muchos ciudadanos. No se les puede pedir concienciación y participación en el reciclado, si no se les facilita una estructura. Contenedores sin ir más lejos.

R. Por eso estamos a punto de cerrar un acuerdo con la Federación de Municipios y Provincias para poner contenedores de vidrio y papel en toda España por valor de mil millones de pesetas. Pero hay además un problema añadido de competencia desleal que impide a los empresarios de recuperación de papel montar un sector nacional. Y es que Alemania está exportando papel incluso pagando para que se lo lleven. La Comisión Europea ha sido muy receptiva a nuestras quejas y el comisario de Medio Ambiente ha dicho que, de no cambiar, incluso podría abrirse un procedimiento de infracción por competencia desleal.

P. ¿Cómo ve el movimiento ecologista español?

R. Me estoy reuniendo con todos ellos, porque creo que han alcanzado un grado de madurez suficiente como para tenerles en cuenta no sólo como asesores sino como transmisores a la sociedad de las preocupaciones ambientales. Ya está prácticamente cerrada la composición del Consejo Asesor de Medio Ambiente, que tendrá no más de 20 miembros, y en el que estarán representadas las principales organizaciones ecologistas nacionales. Una de las funciones de este consejo será dar transparencia a la política de subvenciones.

P. Hay ahora dos grandes caballos de batalla de los ecologistas: las presas de Itoiz (Navarra) y Matallana para abastecer de agua a Madrid.

R. En el caso de Itoiz, se va a hacer extremando el cumplimiento de las 23 medidas correctoras indicadas en el momento de su declaración de evaluación ambiental para aminorar su impacto. El proceso de Matallana está detenido. Es cierto que la declaración de impacto ambiental se prestaba a interpretaciones ambiguas. Vamos a analizarlo nuevamente. Y cabe cualquier tipo de decísión; pero será pronto.

P. ¿Cuál es el presupuesto de la secretaría?

R. Para inversión en 1994, 148.000 millones. Más que en 1993. De ellos, casi 100.000 son para vivienda.

P. ¿Y sólo 50.000 para medio ambiente?

R. No todo es cuestión de dinero. Además, en actuaciones de medio ambiente -calidad de las aguas, costas, residuos...- todo son políticas nuevas; en vivienda, la herencia de compromisos de programas, incluso muy antiguos, supone más de la mitad del gasto.

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