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La autopsia apunta a que la presunta etarra murió por insuficiencia cardiorrespiratoria

La autopsia realizada ayer a la presunta etarra Miren Gurutze Yanci, fallecida el viernes mientras estaba detenida en un cuartel de la Guardia Civil en Madrid, determinó que presentaba "una congestión visceral generalizada, que apunta a una insuficiencia cardiorrespiratoria como posible causa de la muerte", según la juez. Fuentes cercanas al caso explicaron que la víctima padecía una bronconeumonía aguda, como lo prueba la gran mucosidad hallada en su aparato respiratorio. El marido de Yanci, que fue detenido en la misma operación, escuchó desde la celda contigua a la de su esposa que ésta tuvo dos "ataques" antes de morir. El ministro del Interior, José Luis Corcuera, ha adelantado al martes su comparecencia en el Congreso.

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La forense Cristina García Andrade, ayudada por su compañero Sandalio García Martín, realizó durante toda la mañana de ayer la autopsia al cadáver de Yanci en el cementerio de Colmenar Viejo (Madrid). En el acto, que finalizó después de las dos de la tarde, estuvieron presentes el médico danés D. H. Tomsen y su colega Justo Atristain, nombrados por la familia de la supuesta etarra."El estudio necrópsico se encuentra en la segunda fase, pendiente de nuevos análisis", ya que se han enviado muestras del músculo de la zona intercostal y otras vísceras de la víctima al Instituto Nacional de Toxicología. También se han remitido muestras de las mucosidades para conocer el virus o la batceria causantes de la bronconeumonía. La juez Esther Lobo autorizó que se entregara al médico danés una muestra del músculo intercostal para que haga un es tudio paralelo.

Según fuentes judiciales, el cadáver de Yanci sólo presentaba externamente un ligero hematoma bajo las axilas, que en apariencia pudo ser causado involuntariamente por los guardias que le trasladaron en volandas hasta el coche oficial en que fue llevada desde la 112 comandancia hasta el centro de salud de Tres Cantos.Transparencia informativa

La juez, a través de una nota oficial, prometió volver a informar a la opinión pública cuando se conozca el dictamen toxicológico, cumpliendo así los deseos de "transparencia" del Gobierno en relación con este caso.

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Los familiares y miembros de HB desplazados a Colmenar Viejo no quisieron pronunciarse sobre el resultado de la autopsia. José Julián Irastorza relató ayer que se enteró de que su esposa, una mujer de 31 años obesa y muy fumadora, estaba en un calabozo contiguo al suyo porque reconoció sus zapatos a través de una rendija.

Irastorza recordó: "Por los chillidos me di cuenta de que le había dado un ataque". Escuchó que sacaban a su mujer de la celda, momento en el que fue conducida a otra habitación para hablar por teléfono con la forense de guardia de la Audiencia Nacional, quien ordenó que se le administrase el mucolítico Mucorex. El hecho de que esta médica no se desplazara al cuartel, sino que hiciera la prescripción por teléfono, podría originar contra ella una acusación de negligencia profesional, en opinión de fuentes judiciales.

Según el viudo, Miren Gurutze sufrió después un nuevo ataque e hizo sonar el timbre de su celda para llamar al guardia de servicio en los calabozos de la 112 comandancia, situada en Tres Cantos. "El guardia empezó a gritar y apareció un montón de gente. Alguien le gritaba con desesperación: 'Abre los dientes, abre los dientes, que tengo que meterte el dedo en la boca... Muerde el dedo, muerde el dedo...'. Luego se la llevaron en un silla con ruedas de oficina".

Irastorza aseguró que él fue torturado en las dependencias policiales del País Vasco, colocándole en la cabeza una bolsa de plástico y sometiéndole a insultos y vejaciones.

Los familiares y amigos, entre los que estaba el dirigente de HB Jon Idígoras, afirmaron que Yanci no padecía del corazón. El féretro, cubierto con una ikurriña, partió a las cuatro de la tarde hacia Urnieta (Guipúzcoa). La hermana de la víctima no pudo reprimir los sollozos cuando el ataúd fue introducido en el furgón fúnebre. Idígoras, que se encontraba desde el pasado jueves en Madrid para ser juzgado en el Tribunal Supremo por presuntas injurias al Rey en la Casa de Juntas de Gernika, en 1981, culpó del "presunto asesinato" de Yanci a Felipe González y a los partidos firmantes del Pacto de Ajuria Enea.

El ministro del Interior, José Luis Corcuera, ha adelantado del miércoles al martes próximo la comparecencia que tenía solicitada en el Congreso para dar cuenta a los diputados de la información de que disponga sobre la muerte de Yanci y el presunto accidente sufrido por el supuesto etarra Xabier Galparsoro en la Jefatura de Policía bilbaína.

El juez central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, Carlos Bueren, tomó anoche declaración a otros cinco detenidos junto con Miren Gurutze Yanci en la operación policial iniciada contra grupos de apoyo al comando Donosti. Según fuentes judiciales, Yanci no formaba parte de esta infraestructura, pero había sido arrestada a raíz de que el supuesto activista Ramón Urdangarín confesara que la había captado para la organización.

Las mismas fuentes señalaron que hay sospechas de que uno de los detenidos en la redada pudo haber tenido alojado en su domicilio al comando que secuestró al ingeniero Julio Iglesias Zamora, directivo de la empresa lkusi.Velatorio en el Ayuntamiento

El féretro con los restos mortales de Miren Gurutze Yanci llegaron sobre las nueve de la noche de ayer a Urnieta (Guipúzcoa). Cientos de personas recibieron a la comitiva con un aurresku (danza vasca de honor) y a continuación introdujeron el ataúd en el salón de plenos del Ayuntamiento, cuya puerta había sido forzada previamente. Los asistentes corearon vivas a ETA y gritos contra la policía.

El alcalde, Iñaki Lizeaga, del PNV, había negado a las Gestoras Pro Amnistía el permiso para instalar la capilla ardiente en la sala consistorial, en cuyo balcón principal fue colocada una pancarta con el lema "Gurutze, asesinada. ¿Dónde están los derechos humanos?".

El cadáver permanecerá expuesto al público hasta esta tarde, en que se celebrará un homenaje convocado por las Gestoras Pro Amnistía y finalmente el entierro en el cementerio de Urnieta, pueblo natal de la fallecida.

Un fallo en el bombeo del corazón

Una "congestión visceral generalizada" es un acúmulo de sangre en los órganos vitales, secundario a un fallo en el bombeo del corazón. La causa que motivó ese fallo cardiaco es lo que deben establecer los forenses en las siguientes fases de la autopsia.La información facilitada en el informe preliminar no aporta todavía ninguna explicación de la "insuficiencia cardiorrespiratoria" a la que se alude, que en circunstancias naturales puede estar motivada por varios tipos de patologías crónicas o infecciones graves del aparato respiratorio.

Una hora antes de producirse la muerte, la mujer solicitó cuidados médicos, quejándose de un fuerte dolor en el pecho a la altura del esternón. En ese momento se le recetó Mucorex, una medicación suave indicada para problemas bronquiales, que actúa como regenerador del epitelio mucoso respiratorio. La única contraindicación que tiene este fármaco es para pacientes con antecedentes alérgicos a la cisteína (uno de los 20 aminoácidos más importantes del organismo). Apenas sesenta minutos después falleció.

La nota oficial reconoce que los resultados finales de la autopsia están pendientes aún de los análisis toxicológicos.

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