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El Lleida se lleva el premio a la desgracia en Logroño

Las desgracias le llovieron al Lleida ayer en Logroño. Nada más pisar el terreno de juego vió como el primer remate del rival se alojaba en sus redes. El jarro de agua fría desmontó por completo su andamiaje. Por si fuera poco, cuando parecía que podía aprovechar su dominio, perdió el concurso de su guardameta, Mauro Ravnic, que hizo falta al ruso Oleg Salenko cuando encaraba la portería. Y encima estrelló dos tiros en los postes.

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