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Fermín Cacho: "Salgo a ganar a Morceli"

La seguridad del campeón olímpico Fermín Cacho es absoluta: "Salgo a ganar a Morceli". La guerra psicológica ante el campeón y plusmarquista mundial, ya ha comenzado. Cacho confiesa que es más piara autoafianzarse que para impresionar al atleta argelino. Ambos inician esta tarde (17.50 horas) la carrera hacia la final del domingo, a través de las primeras eliminatorias de 1.500 metros. Participan todos los campeones porque tanto el somalí Abdi Bile, campeón en 1987, como el inglés Steve Cram (1983) se ganaron un puesto en las pruebas de selección.

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Hay más nombres inscritos de cierto pedigri en el mediofondo mundial, como los de Di Napoli, Chesire o Doyle, contra los que Cacho se las verá esta tarde para luchar por un puesto en las semifinales. "Sí, vi la serie que me ha tocado correr, pero no me he quedado con los nombres. No creo que haya problemas", dice Cacho. No podría ser de otra manera. Sería absurdo que el atleta que disputa el cetro mundial con Morceli preocupara de quienes fijan sus límites en ganar la medalla e bronce, si acaso la de plata, porque en esa lucha tan tremenda que se prepara entre Cacho y Morceli uno de los dos puede quedar tan tocado que acabará en posiciones secundarias, como fue el caso de Morceli en los Juegos, donde fue séptimo. Morceli ha estado jugando al ratón y al gato, mientras Cacho le retaba: "Tengo una cita con él para el 22 de agosto y es pero que se presente", declaró cuando el argelino comenzaba a esconderse. Ahora que ya está aquí, persiste en su desafío: "Me da igual que la carrera vaya a ritmo de 3.30 minutos, que de 3.40. Las marcas se hacen en los festivales y los títulos se ganan en los campeonatos. Lo importante el domingo será estar bien colocado en la última vuelta, ver a tus rivales y ser más rápido que ellos al final. Si Morceli se va, yo detrás de él e intentar pasarle luego".

La imagen de Morceli corriendo y Cacho tras él sin poder alcanzarle se ha repetido en varias ocasiones después de los Juegos Olímpicos. El recuerdo de este detalle ni siquiera amedentra al campeón: "Morceli siempre corrió con liebres que lanzaron la carrera a su gusto. En Stuttgart no habrá ningún otro argelino en la final. Que alguien de otro país tire para él me parece raro".

Tanta confianza de Cacho procede de que en la última gran competición, la de los Juegos, quien ganó fue él y que este año, según sus propias palabras, llega a la competición de los Mundiales, en mejor forma que la olímpica: "Corrí en Zúrich en 3.32 y luego en Montecarlo los 800 metros en 1.45. Ambas carreras fueron fáciles".

Sobre esta referencia se opone otra: Morcelli hizo en Zúrich 3.30 y en Montecarlo corrió los 3.000 metros en 7.29, ambas marcas muy cerca de sendos récords mundiales. Cacho encuentra la respuesta oportuna: "Morceli es muy bueno, buenísimo, lo demuestra cada día corriendo en tiempos de récord mundial. Eso supone un desgaste impresionante. Y lo principal, no es lo mismo un campeonato que un festival. No, Morceli, no es imbatible. No firmo ser segundo, ahora que ya está aquí".

A las 17.50 de hoy le llega el momento. Tiene que estar entre los cinco primeros para pasar a las semifinales. La carrera le servirá para soltar adrenalina: "Llevo ya unos cuantos días deseando que me suelten por la pista. El ambiente me ha ido contagiando y lo único que quiere uno ya es competir".

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