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Los semáforos volverán a la M-30 este verano en el puente de Vallecas

Entrar y salir de Vallecas en coche a partir del sábado y durante todo el verano será complicado. El Ministerio de Obras Públicas y Transportes empezará ese día la sustitución del actual puente de la Albufera de la M-30 -con sólo tres carriles por sentido- por un viaducto que ampliará su capacidad en dos carriles más. Las obras empezaron hace ya tres meses, pero será a partir de este fin de semana cuando provocarán atascos y desvíos. Se instalarán semáforos en esa zona para que puedan cruzar los autobuses.

Los trabajos de recambio de la plataforma del nuevo puente se han aplazado precisamente hasta el verano para evitar perjuicios, en lo posible, a los cerca de 230.000 vehículos diarios que transitan normalmente por la M-30 en este punto. Ahora habrá menos afectados (un 15% en julio y casi un 30% en agosto) pero, sin duda, los alrededores del puente de la Albufera se convertirán en el punto negro del tráfico madrileño este verano.El ministerio ha previsto desvíos en la M-30 y su entorno. La circulación se cortará para los coches privados entre la avenida de la Ciudad de Barcelona y la avenida de la Albufera y se dejará abierta solamente para los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes. El paso de estos autobuses, que transportan diariamente a unas 60.000 personas, obligará a paralizar con semáforos periódicamente el tránsito de vehículos en uno de los dos sentidos de la M30.

Hace varios años que desaparecieron los semáforos en el recorrido de la M-30 no urbano, cuando se suprimieron los tres situados junto al estadio Vicente Calderón. Tres glorietas del tramo de la avenida de la Ilustración, a su paso por el barrio del Pilar, todavía mantienen, no obstante, este tipo de regulación.

Los cortes programados en la M-30 serán breves y lo más distanciados posible, pero no evitarán colapsos en la entrada y salida natural de Vallecas. El ministerio ha habilitado itinerarios alternativos y señalizados (véase el plano adjunto) para conectar en esta zona el lado oeste de la M-30 (el centro de Madrid) y el este (Vallecas).

Durante el mes de julio, los inconvenientes se concentrarán en el sentido norte-sur de esta carretera, especialmente en las primeras semanas, y en agosto -ya con menos circulación- será al contrario.

La sustitución de los tableros del puente durará hasta finales de agosto, para que la situación esté ya totalmente normalizada en septiembre, cuando acaben las vacaciones de verano. Las obras se ejecutarán en tres turnos, durante las 24 horas del día y prácticamente los siete días de la semana.

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El ministerio ha proyectado un sistema innovador para ejecutar la sustitución de la actual plataforma del puente. La calzada del viaducto se dividirá en ocho trozos de 5 metros de ancho, 30 de largo y 40 toneladas de peso. A continuación -y según dicha división- se desmontará el puente actual y se montará el nuevo, cuyos materiales se han preparado en piezas prefabricadas, algunas de tamaños tan relevantes que tendrán que ser trasladadas por las noches.

El proyecto costará unos 1.100 millones de pesetas y servirá para eliminar uno de los principales cuellos de botella de la M-30, por el estrechamiento de la calzada de cuatro a tres carriles en este punto.

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