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Miles de padres vascos comienzan el debate para elegir entre la escuela pública y el modelo privado

Pedro Gorospe

Míles de padres vascos se enfrentan esta semana a la decisión de enviar su ¡kastola a la escuela pública o dejarla en manos de un modelo privado con vocación nacionalista que aspira a formar niños sobre la base de "la conciencia nacional". Son 70.000 alumnos de 175 centros, que por ejemplo en Guipúzcoa suponen el 42% de la matrícula. Muchos padres se quejan de la falta de información por parte de la Confederación de Ikastolas, portavoz de las negociaciones con el Gobierno vasco. Hasta ahora 70 centros han manifestado su intención de pasar a la red pública a falta de lo que decidan las asambleas de padres, según datos oficiales que son descalificados desde la Confederación.

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El debate está servido y las asambleas de padres cooperativistas tendrán que optar por uno u otro modelo, con mayoría de dos tercios en las votaciones, en toda esta semana. El día 25 acaba el plazo "de manera inapelable", explica el consejero de Educación, y vicelehendakari, el socialista Fernando Buesa. "Hemos trabajado con verdadera exquisitez porque en definitiva se trata de pacificar el sistema educativo, pero ahora el marco de las dos redes está claro y sólo queda que decidan".La consigna de la Confederación -que agrupa a 160 cooperativas, propietarias de 175 centros- es quedarse en la privada, "aunque aceptemos y apoyemos" a los que vayan a la pública. Pero hay algún bache en el camino, como las deudas contraídas con terceros, unos 5.000 millones de pesetas, y la contraída con el Gobierno vasco, cerca de los 20.000. Pasar a la red pública supone olvidarse de ellas, mientras que permanecer en la red privada les va a obligar a aguantar la respiración hasta que el Consejo de Gobierno decida si tienen que devolver la deuda con el Ejecutivo. Fuentes dignas de todo crédito del PNV y del PSE-EE, sostienen que no van a obligar a la devolución de ese dinero, y que la condonación es casi un hecho.

La situación económica de cada centro es fundamental para la decisión. "Hay ¡kastolas que de quedarse en la privada", declaró ayer el consejero de Educación Fernando Buesa, "van a pasar serias dificultades económicas, e incluso cerrar, pero su decisión es libre".

Apuesta nacionalista

El presidente de la Confederación Antonio Campos explica que la conciencia nacional se inculca a los niños "simplemente viviendo acorde con el entorno. Para nosotros no existen fronteras entre la Comunidad vasca, Navarra y el sur de Francia, eso está superado, y aspiramos a que en la realidad tampoco existan". Para el máximo dirigente de las ¡kastolas la adhesión de Herri Batasuna al movimiento "es buena e importante. En HB hay de todo, es uno de los partidos más votados en Guipúzcoa, y que esté de acuerdo con nosotros es fenomenal".

En un manifiesto que la Confederación consensué ayer con los máximos responsables de cada ¡kastola en un congreso en Vitoria, se apuesta por una enseñanza que subraye las señas de identidad vascas. "Subrayar la conciencia nacional" a los niños en un marco de desarrollo de la "cultura y lengua de nuestro pueblo", dentro de la idea de considerarse la verdadera escuela pública vasca, se convierte en meta. "No habrá ninguna asignatura de formación del espíritu nacional" asegura Antonio Campo. Amparo L., madre vitoriana de dos niñas en ¡kastolas, opina: "La ¡kastola es necesaria para formar a los niños y que se identifiquen con su cultura, lenguas y pueblo, pero el término conciencia nacional es fuerte".

Las negociaciones entre el Gobierno vasco y la Confederación de Ikastolas para definir las condiciones de estancia en una u otra red no han sido conocidas por muchos cooperativistas. Pello Salaburu, padre de alumnos, califica el proceso como "un pacto de silencio. No se han discutido los documentos en las asambleas y los padres no sabemos cómo están las cosas y sobre qué principios se está negociando".

En la Confederación trabajan unos 40 liberados, según unas fuentes, y 70, según otras. "Algunos de sus sueldos son muy elevados, disponen de teléfonos móviles", sostiene una fuente que mantiene un estrecho contacto con sus miembros, "y de hecho quieren actuar como un departamento de Educación paralelo". La Confederación está satisfecha con el acuerdo.

El pacto PNV-PSE garantiza mantener el actual nivel de las ¡kastolas que vayan a la privada, mediante el fortalecimiento del resto de los centros privados, que crecerán con fondos públicos hasta llegar al nivel de las ¡kastolas. El Gobierno vasco asumirá las deudas de los centros que pasen a la red pública; los que pasen a la privada correrán sus riesgos.

En cuanto al personal, en la red pública está garantizado su mantenimiento, mientras que las ¡kastolas que opten por la privatización deberán adecuar su exceso de personal docente al resto de la red privada, reduciendo su plantilla hasta 1.997. Según estimaciones oficiales, el 10% de la plantilla no está reconocido, y será excedente. En cuanto al no docente que pase a la privada, el Gobierno vasco sólo se encargará de 2 de cada tres que ahora trabajen en las ¡kastolas.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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