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Antimilitaristas y objetores reclaman el derecho a la insumisión con una marcha no autorizada

Colectivos antimilitaristas y de objeción de conciencia celebraron ayer en Madrid el cuarto aniversario de los primeros casos de insumisión con una manifestación no autorizada, integrada por un millar de personas. Los manifestantes retaron al Gobierno a que encarcele a los 3.000 jóvenes que hasta ahora se han rebelado contra la mili.

Los insumisos creen que el Ejecutivo no va a arriesgarse a dar este paso para evitar un enfrentamiento con un colectivo que cada día crece más. Los manifestantes aseguraron que seguirán pidiendo la libertad de los rebeldes, el sobreseimiento de todos los juicios y la solidaridad con los jóvenes en clandestinidad.Hasta el momento, sólo 50 jóvenes de los 3.000 insumisos han sido juzgados durante los últimos cuatro años. Punkies, hippies, estudiantes, padres y madres y heavys -todos insumisos- recorrieron ayer pacíficamente la calle de Bravo Murillo para expresar su rechazo hacia el Ejército, el servicio militar y la Ley de Objeción de Conciencia. La convocatoria procedía de los colectivos Mili KK, Los Invisibles, Okupas y el Movimiento de Objeción de Conciencia.

Los manifestantes se reunieron en la glorieta de Cuatro Caminos y pasearon por el carril bus hasta la plaza de Castilla, escoltados por la policía. En un principio, la manifestación estaba desautorizada por la Delegación del Gobierno, que equivocadamente legalizó una concentración de estos colectivos para el pasado 20 de noviembre. La marcha se inició tras una breve negociación entre la policía y los congregados.

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