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La edil de Chamberí cierra los nuevos locales a las diez de la noche para que no se abran más bares

La concejal del distrito de Chamberí, Mercedes de la Merced, aplica ya una norma según la cual todos los nuevos locales públicos de las zonas ambientalmente protegidas -Trafalgar y Gaztambide- tendrán que cerrar a las diez de la noche. La decisión afecta a cuatro locales, dos que tienen la licencia y otros dos pendientes de concesión, pero puede obligar, por ejemplo, a un bar que quiera dar comidas a que necesite un permiso para cambiar de actividad. Vecinos y responsables de locales de Chamberí han empezado a rebelarse. De la Merced alega que no quiere más bares en dos barrios saturados de locales de ocio.

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Vecinos y responsables de locales dicen que la concejal pretende dejar a la gente en casa, "con una concepción del ocio con la que se volvería a los años 60, en el que sólo alternaba un grupo reducido de personas, una élite". Para Mercedes de la Merced, la normativa no dejará el barrio sin vida, ya que se aplica en unas zonas saturadas de locales de ocio y sólo atañe a los de nueva apertura. Para los dueños de los locales afectados, como es el caso de Zarabanda -cafe-teatro del actor Alfonso del Real-, significa la ruina y un engaño. Para abogados y técnicos de los promotores de estos establecimientos, es una interpretación muy personal del espíritu de la ordenanza, que no habla de horarios, sino de condiciones especiales para los locales de estas zonas ambientalmente protegidas (varias calles de los distritos de Chamberí y Centro).De la Merced ha empezado a aplicar el artículo 40, epígrafe 2.5, de la Ordenanza General en el que se recoge, para ciertas zonas protegidas del distrito su distrito, una normativa que obliga a los locales públicos, ya sean bares, cines o restaurantes, a cerrar a las diez de la noche.

La concejal recuerda que esta normativa fue aprobada por unanimidad en un pleno del Ayuntamiento, por lo que estuvieron de acuerdo tanto el equipo de gobierno como los grupos de la oposición (PSOE y IU).

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No obstante, fuentes de estos partidos señalan que lo que aprobaron fue el contenido de las condiciones que deben reunir los locales incluidos dentro de las zonas ambientalmente protegidas, y unos requisitos para los estudios de impacto ambiental, encaminados a dar cumplimiento al artículo 41 de la Ordenanza General de Protección del Medio Ambiente Urbano de Madrid.Dentro de las condiciones que debe cumplir el estudio de impacto ambiental es donde se encuadra el epígrafe 2.5 del acuerdo plenario del 27 de septiembre de 1990 (que entró en vigor el 19 de marzo de 1991) en el que se dice textualmente: "Condiciones de funcionamiento de la actividad con indicación de horario de apertura y cierre y condicione en que éstos se realizan para evitar que estos hechos produzcan efectos indirectos que modifiquen las condiciones ambienta les de la zona". En este párrafo se basa la edil para aplicar el cierre a las diez de la noche.

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Los afectados y sus asesores dicen que una cosa es el espíritu de la ordenanza y otra es la interpretación. En Chamberí, la normativa afectará a la zona de la Glorieta de Bilbao y alrededores, algunas calles de Moncloa y al complejo Aurrerá. "Estas zonas no se quedan sin vida", insiste De la Merced, "ya que continuarán los locales que estuvieran en regla antes de este decreto". Los dueños de estos locales en regla -muchos están sin licencia de funcionamiento, por retrasos del Ayuntamiento en la concesión- saben que, si quieren efectuar una reforma para cambiar de actividad, tienen que volver a tramitar las licencias, ya que se les aplicaría esta normativa. Ello significa que si alguien tiene un bar y quisiera dar comidas, se encontraría con la ley nueva.

La edil dice que la norma se aplica por un exceso de establecimientos de ocio en estas zonas que son residenciales. "Llega un momento en que el ambiente sonoro de la calle, no del local, es insoportable para los vecinos y no sirve de nada que estos locales estén bien insonorizados ya que el problema viene porque estos sitios de esparcimiento provocan que sea la calle la que atrae gente". "Yo invito a la gente a que se pasee por la zona de Bilbao y compruebe que en cada finca hay uno o dos locales de este tipo", dice la concejal.

Los nuevos locales a los que afecta por ahora esta norma son una cervecería en la Calle de Trafalgar, 24; un bar en la calle de Fernando El Católico que ya tienen firmada la licencia; y dos restaurantes: una en la calle de Fernández de los Ríos, 75 y otro en Fuencarral, 116 (Gran Rock).

El abogado y el asesor de este último restaurante -cuyos dueños y otros amigos inician un encierro indefinido el lunes- califican de absurda la manera que tiene el ayuntamiento de aplicar esta normativa: "Si el problema es de impacto ambiental, este se produce igual en locales con licencia de 1950 o de 1990 y además, tal y como está redactada, la norma es aplicable a todos".

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