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El Madrid de suplentes decepciona en Mallorca

çEl Real Mallorca protagonizó la gran sorpresa en los octavos de final de la Copa del Rey al derrotar al Real Madrid (2-0), que se presentó en Palma con sus suplentes reforzados con tres titulares -Hierro, Nando y Martín Vázquez-, y algunos jugadores del filial. El equipo isleño, con las armas habituales que emplea en Segunda A, demostró que está dispuesto a vender muy cara su eliminación en el torneo del KO. El Madrid se encontró con un partido tenso y bronco como había pronosticado su técnico Benito Floro, que no supo solventar y que se le complicó tras el

gol del mallorquinista Gálvez en el minuto 13. El Madrid no dio una a derechas y fue incapaz de marcar hasta de penalti, ya que Hierro erró una falta máxima en el minuto 58.El Mallorca no cometió la osadía de jugar de igual a igual con el Real Madrid, por mucho que se presentara sin siete de sus titulares y aceptó, sin rechistar y desde el principio, su condición de equipo más débil. Hizo bien porque los de Benito Floro no escondieron la cara en el cuerpo a cuerpo, se olvidaron de la técnica depurada y pelearon por todos los balones, tal como quería su técnico.

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El Madrid de los suplentes -reforzado con Hierro, Nando y Martín Vázquez- no supuso como se temía un duro golpe a las arcas del club balear (el Luis Sitjar registró una entrada histórica), Este Madrid atípico, eso sí, creó algunos problemas aunque menos de los que se temía un Mallorca poco acostumbrado a que le respondan con la misma moneda.

El equipo que dirige el técnico local Lorenzo Serra Ferrer suele afrontar sus compromisos en Segunda A con un talante netamente ofensivo. Anoche, el plantemiento fue muy distinto y el entrenador situó a sus jugadores muy cerca del portero Prats, sustituto del rumano Stelea y con marcajes muy específicos. La táctica dio resultados porque en la primera parte el Madrid no llegó ni una sola vez con peligro a la portería isleña.

Serer tapó a Luis Enrique, Fradera a Alfonso, Luís Delgado a Martín Vázquez, Sala a Hierro, Pedraza a Llorente y Stosic a Milla.

Los marcajes fueron tan rigurosos que en algunas ocasiones sacaron de quicio a los jugadores del Madrid. Hierro, en el minuto 51, propinó una alevosa patada a Milojevic que le costó la tarjeta amarilla.

El Madrid, pese a la desventaja en el marcador, se tomó el encuentro con cierta calma. Una eliminatoria de la Copa del Rey se resueve a doble partido y los de Floro pensaron que no era el momento ni la ocasión de realizar dispendios físicos ni arriesgar una pierna en una jugada tonta El campo tampoco estaba para muchas florituras, así que el en cuentro transcurrió con placidez, sólo sobresaltada por algún esfuerzo aislado de los mallorquinistas para aumentar el marcador que era premiado de inmediato en las gradas.

El principal enemigo del Mallorca fue el reloj, ya que a medida que pasaban los minutos las fuerzas flaqueaban y la bravura inicial dio paso a algunos errores como el que provocó el penalti, pero el Madrid no estaba fino y hasta Hierro vio como Prats le detenía perfectamente el lanzamiento.

La fiesta mallorquina fue total a partir del golazo de Luís Delgado, que las gradas celebraron por todo lo alto. Y el Madrid, al final, lo intentó pero no supo ni pudo.

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