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Navidad en los Balcanes para 16 objetores

Varios jóvenes catalanes viajan a Croacia para trabajar con los niños bosnios

Son el polo opuesto a los legionarios. Odian las armas y repudian las guerras. Y así lo hicieron saber públicamente a la soledad. Objetaron. Se acogieron a la Prestación Social Sustitutoria (PSS); no marcan el paso, ni dicen "a sus órdenes". Pero, a partir del próximo domingo, tendrán un común denominador con el destacamento de legionarios españoles enviados a la antigua Yugoslavia para intentar garantizar la distribución de la ayuda humanitaria. Son 16 jóvenes catalanes que han decidido aprovechar sus vacaciones de Navidad para cambiar de destino en la mili civil. Irán a dos campos de refugiados levantados en Croacia, donde cuidarán de los niños de la guerra bosnios.Este colectivo de objetores, con edades comprendidas entre los 21 y 25 años, dejará temporalmente de servir en el campus de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), en Bellaterra, informando acerca de las bondades de la PSS. O de colaborar, en las tareas administrativas de los departamentos universitarios o del Ayuntamiento de Barcelona. Los 16 -13 destinados a cumplir los 13 meses de la PSS en la Universidad y, el resto, en el consistorio barcelonés- han dado el paso al frente que tantas veces se reclama en los acuartelamientos. Han promovido voluntariamente un cambio temporal de destino.

El paso adelante no fue saludado por sus familias o por sus novias como lo hubiera sido en la vida militar, como una expresión de valentía. "¿Te vas a la guerra? ¿Pero no eres objetor?". Los padres de David Mallafré, de 24 años, que hace el doctorado en Ciencias Económicas, reaccionaron primero con incredulidad y luego con preocupación. Mallafré no ha tenido que pasar un trago duro para algunos de sus compañeros. "Me he librado de discutir con la novia porque, sencillamente, no tengo", dijo. "A éste le ha dado otra vez un puntazo de los suyos", recuerda que dijeron sus padres Marcos Serra, de 21 años y estudiante de Filología francesa, cuando planteó en casa su nueva aventura.

Las familias de Mallafré y Serra comenzaron a tranquilizarse a medida que pasaban los días y se concretaba su misión en Croacia. El domingo parten hacia la isla croata de Istria, donde permanecerán hasta el 6 de enero. Pasarán las tres semanas de Navidad en dos campos de refugiados, lejos del campo de batalla, pero junto a los rostros de la guerra.

"Serán probablemente las Navidades más especiales de nuestras vidas", dijo Lluís Ceechini, de 24 años y que acaba de concluir sus estudios de Medicina. La misión de estos jóvenes, además de colaborar en las tareas organizativas de los campos de refugiados, será, a buen seguro, extremadamente difícil: intentar que los niños bosnios esbocen, por leve que sea, una sonrisa.

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