Marruecos y Aznar
Una vez más me veo obligado a recurrir a la desagradable tarea de salir al paso de unas informaciones y publicadas por el diario EL PAÍS el día 3 de noviembre de 1992, referentes a mi país, bajo el título Marruecos 'castiga' a Aznar y decide cancelar la invitación para visitar Marruecos. Referente a esta información, deseo hacer las siguientes puntualizaciones:- Los argumentos del periodista acerca de la presunta anulación de una invitación oficial del Gobierno marroquí al señor Aznar para que visite el país, debido a la postura de su partido respecto al Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación entre España y Marruecos, quedan descalificados desde el primer momento, puesto que este tratado ha sido votado positivamente por el Grupo Popular en el Congreso de los Diputados.
- Hasta el momento, esta embajada no ha dirigido al señor Aznar ninguna invitación oficial para visitar Marruecos, ni se ha fijado fecha alguna para tal fin. Existe una total coincidencia entre las dos partes sobre las repercusiones positivas que tendría una visita de esta índole sobre las relaciones bilaterales. Sin embargo, hasta ahora y por simples razones de calendario y programación, no hemos concretado de manera oficial tal proyecto de visita. Por tanto, carecen de cualquier contenido los argumentos del periodista al hablar de "castigar", o de "retirada de invitación", etcétera.
Nunca ha figurado entre las funciones de esta embajada cuestionar la independencia y las decisiones soberanas de las fuerzas políticas españolas, y esto sin perjuicio alguno sobre sus atribuciones como interlocutor representativo del Estado marroquí y las necesidades normales de intercambio de vista con estas fuerzas.
- Por último, lamento la presentación partidista y parcial de esta información, que puede desembocar, quizá involuntariamente, en la creación de una posible desconfianza entre esta embajada y sus interlocutores políticos y sociales españoles, y reitero mi sincero deseo de ver a EL PMS revisar su línea informativa respecto a Marruecos, que, desgraciadamente, hasta el momento, se distingue por una constante manipulación y una intencionada frivolidad-
