Clinton acaricia la victoria en la víspera de la elección presidencial
Las horas finales de la campaña electoral norteamericana permiten al candidato demócrata, Bill Clinton, acariciar ya la idea de que va a ser el futuro presidente de Estados Unidos. Los últimos sondeos parecen dar por seguro que el presidente George Bush sólo podrá continuar en la Casa Blanca si se produce un vuelco en las intenciones de voto de los electores cuando mañana acudan a las urnas.
Los diversos sondeos brindan a Bill Clinton ventajas que oscilan entre los tres y los nueve puntos, lo que le permite pensar en una holgada victoria. La última encuesta divulgada por la cadena de televisión ABC otorga a Clinton el 43% de las intenciones de voto, y a Bush, el 37%. El candidato demócrata no baja la guardia, sin embargo, como ocurrió la semana pasada, cuando amainó la agresividad en sus intervenciones públicas, posiblemente ante el convencimiento de que ya tenía ganada la elección. Hoy lunes, última jornada de la campaña, Clinton redoblará sus esfuerzos por inclinar a su favor el resultado en ocho Estados del Medio Oeste donde el electorado se muestra todavía indeciso.Los responsables de la campaña de Bush confían en obtener la victoria basándose en el voto de los que todavía tienen dudas y en la incertidumbre que supone para el electorado conservador la presencia de un demócrata dirigiendo el país desde la Casa Blanca.
La ligera recuperación de Bush en los sondeos se ha apoyado, en buena parte, en el retroceso del multimillonario Ross Perot, que ha visto cómo sus acusaciones no probadas contra el presidente han sido un bumerán que le ha reportado la desaprobación de buena parte de sus seguidores. Desde el 25 de octubre, Perot ha pasado del 20% de las intenciones de voto a un 15%, tras asegurar que retiró su candidatura el pasado verano al conocer que el Partido Republicano tenía un plan para desprestigiar a su hija.
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