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Dos años de infructuosos contactos

La Ronda Uruguay del GATT debía haber concluido en 1990. Se bloqueó el 7 de diciembre de ese año por el claro desacuerdo entre la Comunidad Europea y Estados Unidos sobre cuál debe ser el trato a la agricultura que no atenta contra la liberalización del comercio mundial que pretende el GATT. Los negociadores, evitaron en diciembre de 1990, y en las múltiples reuniones informales posteriores, hablar de ruptura; lo denominan suspensión para retomar los trabajos técnicos.Durante estos dos años de suspensión no ha habido reunión del Grupo de los Siete ni informe del Fondo Monetario Internacional en el que no se subrayara, con todo el énfasis que permiten los comunicados, que era necesario impulsar la Ronda Uruguay del GATT, pues la liberalización del comercio mundial es una pieza clave para acelerar el crecimiento y, últimamente, para salir de la recesión.

El escollo, una y otra vez, ha sido la agricultura. Primero se pensó que el acuerdo chocaba con la anterior Política Agrícola Común y que tras su reforma desaparecerían los problemas. Pero EE UU sigue sin aceptar las subvenciones comunitarias a los cereales que contempla la nueva PAC.

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