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El vicepresidente de CEOE denuncia "la impotencia" del Gobierno ante la crisis

El vicepresidente primero de la patronal CEOE, Arturo Gil, denunció ayer "la impotencia y el fracaso clamoroso" de las autoridades gubernativas para controlar la situación económica. Esa impotencia, según declaró Gil durante la apertura del 45 Congreso Mundial de Esomar, genera desconfianza, lo que "es malo para propiciar la recuperación de la demanda y de las inversiones".Arturo Gil añadió que las intervenciones masivas de los respectivos bancos centrales no han podido contrarrestar los movimientos especulativos de los mercados. "Los problemas económicos del mundo industrial" dijo "no se van a arreglar actuando contra las fuerzas del mercado con más intervencionismo artificial, aunque en un momento dado no quede más remedio".

A juicio del dirigente de la patronal, hay que atajar la raíz de los problemas, que se deben al agravamiento en los desequilibrios presupuestarios del sector público y las consiguientes presiones sobre los mercados financieros, así como a aceleraciones salariales.

Precisó que aunque ni la situación nacional ni la internacional se pueden calificar de optimistas, tampoco se ha oído hasta el momento "ningún argumento que explique de manera convincente qué está pasando en el mundo industrial y dé respuesta a interrogantes como por qué el crecimiento en ese área se va a quedar este año en un escaso 1%, por qué se han estancado las inversiones y por qué se reduce el empleo".

Para Gil, desde la entrada de la peseta en el SME "difícilmente se pueden hacer peor las cosas", pues "el gasto corriente y el déficit público se han disparado y los aumentos de los salarios se han vuelto a situar por encima de la media comunitaria. Esto se paga con ajustes inevitables" afirmó.

Imprevisiones

"En España", prosiguió, "hemos padecido y sufrimos todavía en la actualidad las consecuencias de algunas imprevisiones. Son conocidos los estrangulamientos que se han producido en las telecomunicaciones, dotaciones urbanas e infraestructuras del transporte".Arturo Gil dijo también que a pesar de las pasadas afirmaciones sobre la necesidad de un enfriamiento técnico de la economía y el regreso al crecimiento "la inhibición y el temor es la tónica dominante en el mercado industrial, al mismo tiempo que el nerviosismo en los operadores monetarios y financieros y cambiarios ha dejado atónitos a la mayoría de los ciudadanos".

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