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Entrevista:ESPAÑA, UN ESTADO DE ÁNIMO

"No renuncio a ser algún día alcalde de Sevilla"

Rodríguez de la Borbolla poseía en el Palacio de Monsalves un despacho en el que se podría festejar un guateque sin apreturas. En su oficina actual, un cuartito del departamento de Derecho de la Universidad de Sevilla, apenas caben tres personas. Además de lugar de trabajo, ha cambiado el bigote por una barba florida y el Renault 25 metalizado por una moto japonesa.Pregunta. Soledad Becerril, ex ministra de Cultura, decía que lo más duro de un cargo público es dejar de serlo.

Respuesta. Hay una diferencia entre estar en el cargo y ser ese cargo. Yo fui siempre José Rodríguez de la Borbolla, por eso no he notado mucho el cambio. Sigo frecuentando los mismos sitios y de la misma manera. Cuando era presidente estuve en medio de la gente, de la bulla: en el fútbol, la Semana Santa, los cines, paseando. Mi actitud no fue la de ir asido a un coche oficial ni encaramado a un palco. Entonces, como en reafidad nunca te has ido, la vuelta es normal. Me encuentro en una etapa de transición ilusionante; la acogida de la Universidad superó mis expectativas.

P. Mientras ejerció el poder continuó viviendo en la misma casa. ¿No sintió nunca la tentación de lo que ahora se llama "dignificar el cargo" con una residencia oficial?

R. No voy a contestar en negativo para que no se piense que quiero hacer comparaciones con nadie. Como ya vivía en Sevilla, no tuve que buscar una casa. Muchas veces estas cosas dependen de las circunstancias personales. De cualquier forma, lo acertado es buscar un equilibrio y a mí me fue bien con la forma sencilla de hacer las cosas.

P. El día de las elecciones autonómicas en las que dejaba .de ser presidente, después de que su partido determinara no volver a presentarle, decía que las "cuestiones personales y el sentimiento" por haber sido desplazado estaban olvidados.

R. Eso está ya lejanísimo. Ni escarbando creo que salga nada. Lo único que me ha salido son canas en la barba.

P. ¿Qué sintió el día que dimitió Alfonso Guerra de la vicepresidencia del Gobierno?

R. La verdad es que no me acuerdo. Sorpresa, quizás. No me lo esperaba en aquel momento.

P. ¿Porqué?

R. Ja, ja. Pues no sé, uno dice de pronto, ¡ah ... ! Las cosas iban a ser distintas a partir de ese momento.

P. ¿En qué sentido?

R. En muchos. Además todo el mundo lo dice, no tengo que decirlo yo. La situación interna del partido es diferente, los referentes se modifican, la relación del Gobierno con la sociedad también ha cambiado.

P. ¿Y en Andalucía?

R. Aparentemente es un bloque, pero por debajo hay pluralidad en la forma de ver las cosas. Por así decirlo, el PSOE de Andalucía no es monolíticamente guerrista. Es más rico que eso, más plural. Supongo que algún día se verá claramente.

P. ¿Qué piensa de la resolución del caso Gue rra?

R. Primero: en realidad no sé si está resuelto; segundo: no sigo el caso Guerra, y tercero: no tengo ninguna opinión formada al respecto.

P. Sin embargo, usted declaró justamente hace un año que el partido había tardado en reaccionar en espera de las directrices de Madrid y que desde Sevilla se hubieran dado respuestas rápidas. ¿Cuáles?

R. Como no se pusieron en marcha, no,lo sé.

P. También dijo, cuando abandonó la presidencia, que no tardaría mucho en volver a la política activa. Ya van dos años.

R. No me siento ido de la política y por eso me parece improbable haber pronunciado la palabra "volver" pues, aunque estoy al margen de los cargos, sigo trabajando. Ahora lo que sí afirmo es que no tengo ni preocupación ni prisa por obtener un puesto público. Me siento lleno con otras cosas y no tengo mono de la política.

P. ¿Por qué perdió el partido socialista la alcaldía de Sevilla?

R. Por muchas razones: el menor peso del partido en la sociedad española, determinadas maneras de hacer las cosas en Andalucía. Tal vez fuera la campaña, la forma de plantearse el Ayuntamiento...

R. No estuve en Sevilla, pero nú impresión es que había que haber llegado a la gente con menos alarde y prepotencia. Los ciudadanos sabían que las cosas buenas de Sevilla las habíamos hecho nosotros y, también, que porque cambiara el Ayuntamiento no desaparecerían los puentes y las rondas. Eso me lo dijo un taxista. En las elecciones se actuó con exceso y la reacción fue negativa.

P. Un sector del PSOE le propuso como candidato en alternativa a Luis Yáñez. ¿El desenlace habría cambiado?.

R. Eso nunca se puede saber, prefiero no hacer preteribles.

P. Pero, ¿le hubiera gustado sentarse en el sillón del alcalde?

R. Sí, sí, me hubiera gustado y me sigue gustando. Tampoco tengo ninguna prisa. Yo no renuncio a la posibilidad de ser algún día alcalde de Sevilla, con el PSOE.

P. ¿Qué diría de la gestión de Rojas Marcos?

R. Ahora mismo está todo condicionado a la Expo y sus acontecimientos. Habrá que esperar al 12 de octubre [clausura de la muestra]. A partir de entonces hará falta que el PSOE se ponga a trabajar muy seriamente para, recobrar el Ayuntamiento. Es necesario tener muy claro un programa de actuación, que no puede ser a la contra ni a la defensiva, ni a sacar meramente los errores. Debe ser una alternativa de futuro bien montada. Por otra parte, hace falta una fuerte cohesión del partido en torno a ese programa. El candidato no es lo fundamental, puede esperar.

P. ¿Cómo se ve la Expo desde la barrera después de haber colocado la primera piedra en la isla de La Cartuja?

R. No me importa no estar, me importa haber estado. Lo mismo cuando voy a la Expo que cuando veo las carreteras me llena el alma de satisfácción haber ayudado a que una serie de cosas se hicieran. Y como yo lo sé y hay gente que también lo sabe, me siento bien. La Expo me parece algo mágico, una prueba ante el mundo, independientemente de las cifras. La hemos montado los españoles, los andaluces, y la gente está alucinada.

P. Aparte de la gesta histórica, ¿realmente Andalucía necesitaba una inversión de este tipo?

R. Absolutamente, pero no sólo por el interés de la región y de España, sino porque hacía falta para una ordenación más equilibrada de Europa. En el sur más vecino a África Europa necesita tener una plataforma estable y vertebrada y eso lo ha visto la CE y los responsables de los fondos FEDER, que han concedido ayudas especiales para el desarrollo de la región. Se ha mejorado la infraestructura de toda Andalucía.

P. ¿El dinero de la Expo se habría empleado en otra cosa?

R. Seguramente no y, desde luego, nunca todo junto. A lo mejor, en 25 años hubiera habido una inversión de ese calibre. Nos hemos comido entre 15 y 25 años de espera. Estoy convencido de que las partidas presupuestarias destinadas a Andalucía, lo mismo que las de Barcelona, no habrían tenido lugar.

P. ¿Quién será el sustituto de Felipe González?

R. Hay algunos que quieren vender la piel del oso antes de cazarlo. Para ponerse a hablar de la sucesión de Felipe tendría que plantearse el problema, y, si por mí fuera, nunca se plantearía. Hay gente que puede estar intentando utilizar este asunto para consolidar su posición en el partido con el control de la sucesión, ¿me explico con claridad?. O sea, decir: como si esto se produjera tendría que decidirlo el partido, vamos a ver quién manda aquP. Así, -además, eliminan un montón de debates e impiden que se hable de un montón de cosas. Todas estas cuestiones las barren de un plumazo.

P. ¿La sombra de Guerra sigue siendo alargada?

R. Siempre ha sido alargada, nunca apaísada, por eso le llamaban el canijo.

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